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SooBin revisó el condón para después enrollarlo en toda su extensión, volviendo a ponerse duro al escuchar un gemido provenir de su omega.

—Date prisa—Rogó, y el pelinegro soltó una pequeña risita. Le gustaba escuchar como rogaba por el, se sentía poderoso, aunque no lo era. YeonJun aunque fuera un omega sería superior en cada aspecto, y el primer aspecto es el dinero.

Vio cómo YeonJun comenzó a mover sus caderas en busca de más, y el volvió a recordar las palabras del mayor.
Quería que fuera rudo, sería rudo

Sujetó los brazos del mayor e hizo que estos sirvieran de apoyo. Elevó sus caderas, haciéndole mostrar todo. Gimió cuando el menor le sujetó las caderas por su sensibilidad de la zona, pero gimió más fuerte cuando sintió que entró en el por completo.

YeonJun enterró su cara en la sabana cuando sintió las caderas de SooBin moverse. Eran fuertes, nada delicadas. Sus manos se aferraron a las sábanas al tiempo que también mordía esta para no soltar quejidos de dolor y de llanto.
Sentía pena porque estaba en la pose que más odiaba, pero le gustaba. Las manos del pelinegro buscaron las suyas, y YeonJun intentó entrelazarlas, escuchó a SooBin gruñir en bajo y aumentar la fuerza de sus estocadas, haciéndola gemir cada vez más fuerte.

Cerró sus ojos e intentó imaginar algo más que no fuera que estaba sintiendo una cosa descomunal dentro de el, e intentó no actuar más sumiso frente a SooBin, pero fue inevitable. Dio un suspiro y se separó de la sabana, hablando entrecortado por sus gemidos.

—Detente por favor.

—¿Te lastimé? ¿Lo estoy haciendo mal?—Habló preocupado, pero no salió. YeonJun negó, volviendo a unir su cabeza por la pena de sus palabras.—¿Entonces?

—No te veo, y me da miedo no verte.—Entrelazó con más fuerza su mano con la de SooBin, y esta lo veía con un poco de curiosidad.

Salió de el, y volvió a poner a YeonJun como en la anterior pose.

—¿No crees que es algo aburrida esta pose?

—Mientras te vea todo estará bien.— Abrazó por los hombros a SooBin y volvió a sentir toda su extensión dentro de el de una manera deliciosa, haciéndolo cerrar sus ojos y abrir su boca para gemir, callándolo besando al menor.

Los besos no estaban prohibidos en su contrato, así que el misma impulsó a tener uno.

Por su suerte el pelinegro no se apartó del beso, moviendo sus labios contra los de YeonJun al mismo tiempo que movía sus caderas en un vaivén lento, complaciendo al omega en cada movimiento y beso, haciendo que este se separara del beso y diera un último gemido más fuerte.

Y SooBin se quedó con la duda de dónde estaba ese omega gruñón y mandón.

Siguió moviendo sus caderas logrando llegar hasta el punto dulce del omega, sacándole un gemido fuerte y que se aferrara más a sus hombros, obligándolo a besarlo otra vez. SooBin bajó su mano hasta el miembro de YeonJun y comenzó a masturbarlo rápidamente, logrando que esta gimiera en sus labios y que cada vez aumentara la fuerza en sus brazos.

Cada vez que la cadera de SooBin lograba una estocada YeonJun soltaba un gemido y lograba entrelazar sus piernas en la cadera de SooBin, casi impidiéndole lograr las estocadas. Se quejó en un gruñido.

—No-no puedo moverme.—No hubo respuesta. YeonJun gritó un gemido y acercó a SooBin a su cara, para poder decirle en un dulce hilo de voz.

—Por favor firma la renovación de contrato.

Little Bunny  ›  Soojun ﹗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora