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imagina: es la despedida de ambos.

nota: leve spoiler de la cuarta temporada. por favor, díganme si les pareció llorable el o.s

...

—Yo estoy bien, no te preocupes por mis heridas —su esposa le sonrió dulcemente, intentando calmar la preocupación de Porco a su estado físico.. ella no se veía tan bien, pero por los menos el dolor en su cuerpo se disipó un poco—. Es mejor que regreses con los demás, y escuchar cual será el próximo movimiento para atacar al portador del titán de ataque. Yo estaré bien —acarició el cabello de él, y se acercó a su rostro, besándole los labios.

Porco llevó sus manos a las mejillas de (n), colocándolas con cuidado para no lastimarla. Dentro de su cabeza seguía rondando la culpabilidad por no llegar a tiempo y protegerla del ataque sorpresivo de Eren Jaeger. Y ahora ella estaba en cama por el esguince en su tobillo y quizás otra cosa interna que (n) todavía no ha notado.

—¿Estás segura? —le pregunta, viéndose muy preocupado, lo que cautivó el corazón de (n) al mirarlo así de preocupado por ella.

La fémina asintió sin quitar la sonrisa de su rostro, al menos para tratar de aliviar todo el estruendo que ocurría dentro de la cabeza de su esposo.

—Ya ve, Pieck te está esperando —le recuerda, y él giró su cabeza momentáneamente hacia la puerta de la habitación, la cual se hallaba a medio abierta.

Dejó escapar un suspiro de resignación y se puso de pie—. De acuerdo. Me iré porque me corres, no porque quiera ir —murmuró, caminando a la puerta.

—Hey, no te estoy corriendo —enarcó una de sus cejas de manera divertida, y movió su cabeza de un lado al otro un par de segundos —. Ten cuidado.

—Eso tengo que decirte yo —su mano se colocó en el picaporte, y abrió más la puerta, sin embargo, seguía estando en la habitación que compartía con ella—. No hagas nada peligroso mientras no estoy, solo quédate en cama, y si necesitas algo, grita Billy y él vendrá corriendo.

—No voy a llamar al pequeño hijo de los vecinos, si necesito algo iré yo misma por ello, no soy una damisela en apuros —le sacó la lengua, y porco rodó sus ojos, no podía discutir con su esposa porque sabía de antemano que perdería, así que lo dejó pasar, esperando que nada malo le ocurriera.

—Sí, está bien. Volveré pronto.

—Te estaré esperando —alzó la mano, y se despidió con ella, acción que Porco también hizo mientras salía de la habitación, dejándole la puerta abierta.

La voz de Pieck despidiéndose de (n) se oyó, y viceversa. La puerta principal fue abierta, y luego cerrada, indicando que ese par de titanes cambiantes se había ido por fin de la casa.

La chica respiró hondo, echándole un vistazo a toda la habitación, deteniendo sus ojos en la fotografía que le sacaron a Porco y ella el día de su boda. No pudo evitar sonreír por lo feliz que estaba al haberse casado con el sujeto que ha amado desde niña... era simplemente maravilloso. Sin embargo, uno de esos sentimientos amargos volvió a interferir, haciéndola llorar porque a su cabeza llegó la maldición de los trece años, algo que iba a arrebatarle su más grande felicidad, y sabía que Porco solo llevaba un año con el mandíbula y faltaba mucho para su muerte, pero de igual forma, eso la desanimaba.

𝘱𝘰𝘳𝘤𝘰 𝘨𝘢𝘭𝘭𝘪𝘢𝘳𝘥 , 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora