Capitulo 9

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La divisé a punto de subirse en el ascensor. Apresuré mi paso y puse mi mano frente a la firme puerta de acero, haciendo que se volviera a abrir. Me miró con ojos venenosos. Me metí y dejé que la puerta se cerrara. No dije nada y ella tampoco lo hizo. Llegamos a planta baja y sin siquiera mirarme salió. La seguí. Salimos fuera del edificio y vi como levantaba su brazo para tomar un taxi. Me acerqué a ella.-Vamos ¿estás enojada? -le pregunté.-Déjame en paz -dijo sin mirarme.Tomé su brazo con cuidado e hice que me mirara.- ¿Qué es lo que te molesta?-Que mi madre se comporte de esa manera -dijo nerviosa -Y que personas como tú le sigan el jueguito estúpido. Ya no tiene 17 años, creo que es una mujer adulta con varias décadas encima.-Eres cruel -dije divertido.-No, soy realista -me dijo.-Bueno, señorita realidad, no creo que sea necesario que te tomes un taxi. Yo voy a llevarte.-No quiero.-Eres caprichosa.-Sí, y a mucho orgullo.- ¿Vas a dejar que te lleve? -pregunté.Me miró fijo por unos cuantos segundos.-Está bien -dijo soltando un suspiro.Nos subimos a la moto y pronto llegamos a la puerta de su casa. Se bajó y se giró a verme.-Sana y salva -dije.-Muchas gracias por todo, Christopher -me dijo.-No, no tienes porque. Ahora me debes la salida del viernes.Arrugó levemente la nariz y me miró.- ¿Tú crees Christopher, enserio? -dijo como queriendo que eso no pasara -Está bien, acepto.-Y si, no te quedaba otra.- ¿Y a dónde vas a llevarme?-Podemos ir al cine, luego a cenar y luego...- ¿Y luego qué?-Y luego te dejo en tu casa.-Ah, me parece bien.-Perfecto, entonces mañana arreglamos todo cariño -dije y le guiñé un ojo.-Me parece bien -repitió. Sonreí al darme cuenta de que ya no chillaba cuando le decía cariño.-Oye, ¿ya no te molesta que te llame cariño? -pregunté.-Si me molesta, pero creo que es una pérdida de mi tiempo decirte que no lo hagas, cuando igualmente vas a hacerlo -me dijo.-Estás en lo correcto.Rio por lo bajo y comenzó a caminar hacia su casa. Vi como entraba y decidí prender marcha hacia la mía. Llegué y entré, eso era lo mejor de vivir solo, nadie estaba allí para molestarme y reprocharme cosas. Me senté en el sillón y prendí la tele. Mi teléfono comenzó a sonar.- ¿Hola? -dije al atender.- ¿Dónde estabas? -me preguntó. Me tensé al escucharlo.-Haciendo unas cosas -contesté.-Bueno, no importa. Llamo para decirte que el viernes tenemos una fiesta muy importante a la que debemos ir los dos.- ¿Es necesario Víctor?-Muy necesario Christopher, necesito que la sociedad te vea como el futuro heredero de la firma. Tienes que estar ahí.Recordé lo de la cita con Dulce y maldije por lo bajo. Suspiré levemente.-Está bien, no me queda otra. ¿Dónde estás? - le pregunte.-Mañana llegó, estoy en Paris.-Mañana te llamo.-Okey, adiós.-Adiós -dije y colgué.Al día siguiente la Universidad se me hizo más tediosa de lo normal, mi padre ya me había arruinado la semana diciéndome que el viernes tenía que ir a la maldita fiesta de la alta sociedad. Ir a ese lugar a aparentar algo que verdaderamente no soy. Ir a soportar a toda esa gente suspicazmente perfecta. Mi cita con la morena quedó en stand by, ya que a ella también se le presentó un compromiso importante para esa noche.Hoy es jueves, y adivinen que. Adelanté mi cita de esta semana a hoy en la noche. La chica había aceptado encantada salir conmigo hoy. Y no esperaba menos.-Oye, ¿Vas a salir esta noche? -me preguntó Derrick.Me giré a verlo mientras nos acercábamos a la mesa en donde estaba sentado Christian. Nos sentamos y Christian nos miró.-Sí, esta noche tengo acción -dije sonriendo triunfalmente.- ¿Quién es? -preguntó Christian.-Muchachos, no voy a decirlo -les dije.- ¿Y qué pasó con Dulce? -dijo Derrick.-Dulce... tranquilos, antes del martes que viene ya habrá pasado por mi cama.-De eso no estamos muy seguros, amigo -dijo Christian palmeando mi hombro.-Me temo que vas a darnos 400 dólares. Y gracias a eso tendré los cigarros del mes pagos -acotó Derrick.-Ya verán que si -aseguré. Dulce se acercó a nosotros.- ¿Qué hacen? -nos preguntó.-Decíamos que la semana que viene Christopher nos tendrá que dar 400 dólares a cada uno de nosotros -le contó Christian.- ¿A si? ¿Por qué? -quiso saber ella.-Porque aposto algo con nosotros y estamos completamente seguros de que no ganara.Dulce Rio por lo bajo y me miró.- ¿Se puede saber en qué lío andas? -Me preguntó -Escuche a la loca de Anahí diciendo que ibas a salir con una tal... Sol. Estaba como loca.-No tengo ni la más mínima idea de lo que estás hablando -dije haciéndome el tonto.Christian y Derrick me miraron picaros.-Tendrías que tener un poco más de consideración. Algún día, alguna de todas las chicas con las que sales va decidir matar a otra por tu culpa -me dijo y se puso de pie -Los veo luego chicos, tengo que hacer unas cosas.Se fue, dejándonos solos.-Ella tiene razón Christopher -me habló Derrick -Algún día vas arrepentirte de todo lo malo que has hecho.-Y ha hablado el santo de los santos -acotó Christian.Reí por lo bajo al ver como comenzaban a discutir. Pero trate de llevar mis pensamientos a otro lado, necesitaba pensar en otra cosa.La noche llegó llego y la hora de mi cita también. Habíamos quedado en encontrarnos en el restaurante de un lujoso hotel en el centro de la cuidad.

Peligrosa Obsesión (Vondy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora