Capítulo III

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Capítulo III

Seguía sin poder creerlo, era Dante
Con las manos en los bolsillos. En medio de esa gran cancha que ese gran campo verde e impecable, en cada costado había unas gradas altas y reluciomes ese gris metal. Era imponente la cancha. El parecía algo impaciente, ¿esperaba algo? O... ¿Me estaba esperando? Lo único que no quedría en estos momentos es que fuera Dante el que pego la nota.

Justo después de lo que paso.

En ese momento me sentía impotente y con una tristeza enorme la cual estaba reflejada extrañamente con un dolor en mi pecho, era fuerte pero soportable así que ¿Asi se sentía cuando te rompían el corazón? Valla que era un inexperto en todas las situaciones del amor, las decepciones. Etc.

Me di cuenta que Dani ya no estaba, alcance a escuchar que ya había acabado el descanso, tenía que irme, trate de buscar al chico que se dirigió a la cancha después de Dani, pero no lo encontré por mas que lo buscaba. Salí de debajo de las gradas por poco choco con un tubo pero un reflejo automático hizo que me agachara rápido y así evite un gran moretón.
Camine por los pasillos del salón, ah decir verdad la escuela era muy grande y lujosa. No por nada era el colegio más reconocido en la ciudad. Por su puesto mi madre no escatimaria al elegir algo que tendría que ver con mis estudios ya que siempre me racalco el hecho de que debía estudiar ya que ella no logró terminar una carrera en pocas palabras ella esperaba mucho de mí.

A veces me ponía a pensar si de verdad estaba haciéndola sentir orgullosa de mi era todo tan confuso en este punto de mi vida.

Llegue al salón y mi momento de caos mental se vio afectado por que había otra nota justo en mi banca...

*no te escondas la próxima ves*

¿¡Qué!?, estuvo ahí y ni si quiera me di cuenta. La verdad empezaba a sospechar de Dante, que tal ves me podría estar jugando una broma muy tonta, e infantil, que la verdad no me sorprendería de él sin embargo el no se veía por ninguna parte del salón me preguntaba donde estaba pero al parecer el universo quizo darme una respuesta inmediata y fue entonces cuando  entró al salón

Se detuvo un momento a retrancarse en el marco de la puerta. Tan relajado. Su interior parecía estar lleno de sarcasmo y odio al mundo en pocas palabras imaginaba que por su mente pasaba que no lo merecía el piso, la ciudad, el mundo entero. Pero por fuera era atractivo, ese cuerpo que no parecía tan ejercitado era formado. Cada parte se definía completamente y por sí fuera poco esos ojos color miel.

La luz del sol entraba por una de las ventanas del salón ubicado en el segundo  piso de la grande y lujosa escuela. Cada rayo se proyectaba en su cuerpo no fue hasta que el rayo de luz cayo en su cara, esos ojos se entrecerraron un momento en lo que se acostumbraban a tal destello pero en cuanto logró abrirlos sus ojos parecían estar aún más claros.

Era como ver un Ángel o incluso un dios de una antigua Grecia ese momento fue hermoso hasta que fue perturbado por la entrada de uno de los profesores, fue impresionante mientras duro. Me dejó en claro que lo que sentía por Dante no era amor. Era más bien una atracción.

***

Esta ves había llegado temprano a mi casa, me quite mi ropa y me cambié a una ya muy vieja que tenia, era un pans color gris y una camisa azul ya desgastada, ya casi a punto de ser una mas  de la colección de trapos de mi mamá.

Tenía un desastre en mi cuarto, aún había cajas por desempacar así como uno que otro libro regado en la habitación, literal un desastre. Comencé a recojer todo, claro para esto no debe de faltar música

-¡¡Alexa¡¡ reproduce mi playlist

-Reproduciendo playlist en spotify-

Comenzó a sonar música comencé a despejar la parte del escritorio que estaba en una esquina del cuarto que daba a una ventana, la verdad no era una casa grande por lo que en el cuarto solo estaba mi cama, el escritorio y un librero.

Saque algunos cuadernos de los que tenía tarea y me dispuse a contestar los cuestionarios de algunas materias. Estaba muy concentrado en las preguntas que no me había percatado de que la música había dejado de sonar, no fue hasta que sonó mi teléfono.
Era un número desconocido.

-¿Bueno?, ¿quién habla?

-Soy Dante

Torci los ojos como si el pudiera ver mis expresiones y yo las de él, de seguro estaría con la cara de que no lo merece la ciudad.

-¿como tienes mi numero?

-eso no importa

-¿Ah no?

-mañana te digo- contestó tratando de evitar la pregunta -necesitamos hacer el trabajo de la maestra, es para viernes

-Pero si apenas es martes- contesté despreocupado -ademas te dije que yo lo hacía

-pero quiero ayudar- trato de sonar empatico, digamos que es pésimo actuando

-Más ayuda el que no estorba - dije tratando de parecer serio

-Sabes que, mañana hablamos

Cómo pudo hablar tan normal despues de que casi nos besamos, empecé a creer que era típico de una persona como el, ¿como es que les dicen?, ah si, fuckboy

Continúe realizando los deberes, quise hacer un pequeño descanso, me pare del asiento junto a mi escritorio y baje las escaleras a la cocina, la casa era más que grande era hogareña, con esas paredes y suelo de madera había tres habitaciones un  dos baños, un pequeño sótano que por ahora había cosas viejas de los antiguos dueños de la casa.

La casa estaba en medio de un pequeño jardín que lo rodeaba una cerca de metal ya muy vieja y oxidada.

Llegue a la cocina y encendí una cafetera que yo había comprado hace un par de meses ya que me encantaba demasiado el café.

La cafetera inmediatamente comenzo a funcionar, coloque una taza y me serví el espumoso y caliente café, no llene la taza puesto que le iba a hechar crema para hacerlo un capuchino. Olía delicioso subí a mi cuarto, coloque mi taza en mi mesita de noche, tomé el teléfono del escritorio y me dispuse a ver mis redes sociales de panza en mi cama

Aún tenía la notificación de la solicitud de Dante

Entre a su perfil, quise ver las fotos que subía pero parecía no cargar. Tarde en darme cuenta de que para poder ver sus publicaciones necesitaba aceptarle la solicitud, le di a confirmar

Inmediatamente volvió a cargar la página y fue cuando vi que de verdad no tenía ninguna foto de perfil, revice publicaciones pasadas, fotos etc. y valla sorpresa si que era muy vanidoso todo su perfil estaba lleno de fotos de el, una que otra tenía con otros muchachos de los que parecían ser sus amigos.

Seguí revisando hasta que llegue a una publicación de hace dos meses en ella estaba Dante... En esa foto parecía estar muy borracho, al lado de él estaba un muchacho quise acercarla pero se desplegó una pestaña con el nombre

-Evan...- al parecer lo habia etiquetado

Había mucha diferencia entre ellos lo primero que note fue que el parecía un poco más mayor, al parecer "Evan" era un poco más alto pues esa diferencia era notoria además de que esos ojos color gris demasiado penetrantes que un momento dado causaban miedo, también me di cuenta de que tenía un tatuaje en la parte de su muy bien marcado cuello parecía como si fueran venas dibujadas o un rayo, no le tome tanta forma por que una parte del tatuaje estaba cubierta por una chamarra de mezclilla obscura quise acercar la imagen un poco más para ver el detalle de ese peculiar tatuaje sin embargo se movió otra cosa y le reaccione a esa foto. No puede ser inmediatamente le llegaría la notificación, entre en lo que parecía ser pánico. Que podría pensar en ese momento Dante. estaba husmeando su red social quise quitar la reacción pero justo cuando la quite me llegó un mensaje. Esta ves era un mensaje de texto común y corriente. Era un número aún sin registrar

"Me enamore de ellos o me enamore de el"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora