Aún recordaba el olor de su cabello y aquella mirada cristalina; la sangre saliendo de su nariz e incluso el sonido de sus huesos quebrarse bajo sus pies.
¿Y cómo no hacerlo?
Solo había pasado una semana después de su muerte; definitivamente los días más lentos de su vida. Lo extrañaba, aún cuando había sido la persona más cruel en la vida de JiMin, no podía evitarlo. Estaba enamorado.
¿Qué acaso el amor no te llevaba a cometer locuras?
Exacto. Aunque no específicamente el tipo de acciones que haría un adulto consciente de sí mismo.
Mordió con suavidad su mejilla, no era tiempo de pensar, sino de superar. Saludo a su amigo HoSeok, aquel que lo había seguido hasta en sus más mortales aventuras.
-¡Hey, YoonGi!, ¿Qué tal la semana?
Habían vuelto a clases después de dicho tiempo, poco sorpresivo que fueran suspendidos después de tal evento.
-Nada nuevo.
Su amigo de cabellos castaños colocó una cara incómoda, sabía que sucedía algo, pero no se tomó el atrevimiento de preguntar; solamente asintió a su respuesta.
El timbre de clases sonó, la mayoría fue a su asiento. El ambiente era pesado, incluso el clima parecía que empeoraba a cada segundo, YoonGi podía notar como las nubes grises comenzaban a soltar pequeñas gotas de agua. El cielo parecía estar triste.
Su mirada se poso en el marco de la puerta, el profesor entraba con calma al salón de clases. Kim NamJoon, el maestro más jóven de la academia de música, un ejemplo perfecto de que con esfuerzo, todos los sueños eran posibles.
El grito de una chica llamo la atención de todos los presentes. Estaba desaliñada, parecía que había corrido varios metros atrás; entró temblorosa y un líquido amarillo salió de su entrepierna.
Se había orinado encima.
No respondía a las preguntas, parecía estar en un ataque de pánico. Si no se equivocaba, su nombre era Im Na-Yeon.
Fue directamente con Namjoon y señaló la entrada; él se puso pálido.
-¿Por qué tanta conmoción? He puesto un pie aquí y todos me miran como si hubiera muerto.
El timbre en su voz, la expresión en su rostro e incluso la pose de burla; pero sobretodo la sorna que había utilizado, no eran propios de alguien como él, más sin embargo, lo era.
Park JiMin estaba frente a todos, más vivo que cualquiera de los presentes.
Pero había algo diferente, YoonGi lo notaba... Quizás, ¿era su piel pálida? O tal vez las ojeras bajo sus ojos...
No, hay algo más.
Había cambiado, incluso el aura se volvió tensa. No era algo únicamente físico, simplemente no parecía que fuera el mismo JiMin.
Na-Yeon no pudo soportarlo, y vómito, para posteriormente, caer desmayada.
-Todos, fuera. -habló NamJoon.- Excepto tú, JiMin. Ayuden a su compañera a ir a la enfermería.
Los conocidos de la chica le ayudaron y se retiraron; todos comenzaron a irse, rodeando a Park. Nadie tenía el suficiente valor como para mirarlo.
Se mantuvo estático, y fijo su mirada en el pelinegro de piel lechosa. Yonngi sintió escalofríos, evitó la especial atención que le puso, y se retiró de ahí.
...
-Esa chica parecía muy asustada, su reacción fue realmente perturbadora.
-Estas muy perdido Jin, ¿no lo sabes? -HoSeok aclaró su garganta.- Na-Yeon fue una de las tres testigos en ver a JiMin caer del edificio; al menos, eso fue lo que dijo ella.
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Caos || YoonMin ®
FanfictionDespués de pasar una vida en sufrimiento, más agregado a los abusos de sus compañeros, Park JiMin toma la decisión de suicidarse. Ahora YoonGi perdió a su amado, y a su más preciado juguete. "-¿Por qué tanta conmoción? He puesto un pie aquí y todos...