Capitulo X1 (b)

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(Escribí esta historia a pedido de mi mejor amigo. Espero que se diviertan).

En un abrir y cerrar de ojos, Cecilia disparó sus puños hacia arriba y, tras levantar los pies de Manuel del suelo, logró darle un gran "Wedgie Colgante". Consiguió estirar la cintura elástica de los calzoncillos verdes hasta la mitad de la espalda del chico, los agujeros para sus piernas eran más que visibles. En el momento en que sus pies se levantaron del piso, el tierno joven pudo sentir un dolor enorme y excitante en su entrepierna. Su erección sólo hizo que el "Wedgie" fuera mucho más doloroso. Sin perder tiempo, el muchacho suspendido en el aire se llevó las manos a las partes íntimas para tratar de calmar el dolor y, doblando las rodillas, consiguió mantener la espalda recta. Era realmente difícil mantenerse erguido en una situación como esa. Gracias al hecho de que su propia ropa interior le estaba partiendo el trasero por la mitad, no pudo articular oración alguna. Debido a que era su primera vez, él luchó por decirle que fuera un poco más gentil, pero su inmenso dolor le había hecho un nudo en la garganta.

Mientras aún sostenía el "Wedgie Colgante", Cecilia apretó aún más los puños y, tras esbozar una hermosa sonrisa, comenzó a hacer rebotar violentamente al tierno joven en el aire. Era tan ligero que la chica rubia apenas se agitó. En el instante en que Manuel perdió el equilibrio, la mitad superior de su cuerpo cayó hacia adelante y, tras morderse los labios para que su torturadora no lo oyera gemir de placer, no pudo evitar que sus brazos cayeran pesadamente. Ella se estaba divirtiendo mucho con su nuevo juguete. Con cada rebote, el muchacho excitado podía sentir un dolor creciente en su trasero y en sus partes íntimas. Gracias al rebote constantes, los estirados calzoncillos comenzaron a rasgarse lentamente. No parecía que fuera a durar mucho más en una sola pieza. Después de darse cuenta, la chica sonriente giró su cuerpo y, mientras seguía haciendo rebotar a Manuel en el aire, lo colocó encima de la antigua cama de madera. No quería que su juguete se lastimara en el momento en que su ropa interior gastada se rasgara por completo.

Luego de unos segundos, el excitado joven que estaba siendo rebotado en el aire miró hacia arriba y, mientras gemía de placer, dijo sin pensar – Mami –. Su nivel de éxtasis era tan intenso que no podía pensar en nada más, su mente estaba completamente envuelta en lujuria. En ese instante, los calzoncillos verdes hicieron un fuerte estruendo al rasgarse y, tras romperse por completo, Manuel cayó sobre las sábanas de la elegante cama de madera. La chica rubia tuvo que estirarse mucho para poder hacer eso, estaba muy agotada. Después de recuperarse, el muchacho dolorido que estaba boca abajo volvió a llevarse las manos a las partes íntimas y, tras levantar el trasero, le dijo con agitación – Eso... Eso estuvo genial... -. A pesar de que lo tomaron con la guardia baja, realmente disfrutó de su primer "Wedgie". Al oírlo, la chica exhausta que estiraba sus músculos miró el trasero del chico y, tras notar que algunos restos de la ropa interior rasgada colgaban de la cintura del pantalón azul, le dijo con una sonrisa traviesa – Me alegro de que te hayas divertido. No te preocupes bebé, te prometo que mamá tendrá más cuidado con el próximo "Wedgie" -. Fue muy divertido escucharlo decir "Mami", no pensó que Manuel diría algo así.

Luego de unos segundos, el joven ruborizado se sentó en el borde de la antigua cama de madera y, tras mirarla tímidamente, le dijo dulcemente – Si eres tú, no me importa que me traten con rudeza -. Tenía muchas ganas de seguir divirtiéndose con ella. Cuando vio y escuchó a Manuel, la sorprendida chica rubia se sonrojó notablemente y, tras soltar los restos de la ropa interior que aún sostenía, le preguntó con cierta timidez – ¿En serio? -. El punto débil de Cecilia eran las personas extremadamente tiernas como él, pocas veces alguien había logrado hacerla sonrojar así. En ese momento, la sonrojada chica desvió la mirada y, tras comenzar a acercarse a la puerta de la elegante habitación, rápidamente le dijo – ¡Muy bien! Ahora voy a esperar afuera. Cuando termines de cambiarte, avísame y continuaremos con la ronda numero dos -. Realmente quería salir de allí y tranquilizarse un poco. Sin perder tiempo, Cecilia le dio la espalda y, tras correr hacia la salida, rápidamente abandonó el antiguo cuarto. No quería que él la viera como si fuera una niña tímida. Después de verla cruzar la puerta, el chico lindo se preguntó qué podría haberla hecho reaccionar de esa manera. Tras pensarlo, creyó que su anfitriona necesitaba ir al baño con urgencia.

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2022 ⏰

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