𝗉𝗈𝗅𝗂𝖼𝖾 - 𝗒𝗂𝗓𝗁𝖺𝗇.

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—Volveré pronto —Besó su cabeza y tocó su barbilla dándole suaves mimos con sus manos.

—Bo-ge, no quiero que te pase nada malo —Respondió el omega preocupado mientras tocaba su vientre de ya nueve meses.

—No pasará nada Zhannie, estaré bien. Solo cuida de mi bebé y tú —Dejó de darle mimos y se aproximó hacia un escritorio donde Zhan hacía sus tareas. Tomó su placa policial y la gorra el cual puso sobre su cabeza.

Zhan suspiró y solamente asintió viendo como su Alfa se iba de su hogar dejándole solo en el vacío lugar. Miró hacía el techo y su siguió dando leves movimientos sobre su vientre. Su ahora Alfa no era muy expresivo y le encantaba su trabajo. No paraba de salir y atrapar criminales, y eso ponía nervioso cada vez más al omega.

Se acostó entre las cobijas y tomó la almohada de su Alfa abrazándola y poniendo su nariz de botóncito sobre ella, aspirando el suave olor a pan caliente.

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[ Pov : Yibo ]

—¿Cuál es el nuevo caso? —Habló desde su radio manejando hacia la dirección que le indicaban. Pase mi vista por la ciudad, algo dentro de mi me decía que volviera a casa y ese era nada más ni menos, que mi lobo.

—Tenemos un 3315 en el banco. Al parecer tienen rehenes y el banco está repleto de gente armada. —Sonó la radio.

Apretó el acelerador y prendió las sirenas rápidamente llendo hacia el banco de la ciudad. Cuando estuve frente al banco suspiré y baje rápidamente tomando un arma y lleno hacia varios otros agentes. Mi jefe se acercó y saludo dándome un abrazo —Yibo, que bueno que llegaste... Sabes que eres el mejor en esto, así que necesitamos que entres y... —

No tarde en contestar y solté un "Sí". Mi jefe sonrió y solo dio pequeños golpes en la espalda —Entrará un equipo detrás de ti. Así que el área es toda tuya. Confiamos en ti.

Asentí y me incline haciendo reverencia frente al mayor. Mire hacia en frente y camine justo haciéndole algunas señas hacia el equipo o mejor dicho gente parte del ejército. Todos armados se aproximaron hacia a mi siguiendo e por detrás —Entraremos del lado derecho. No disparen, solo manténganse al margen de que no pase nada a los rehenes —Comenté y todos a sintieron rápidamente.

Camino hasta llegar hacia una bodega en el lado derecho del banco. Varios agentes especiales tiraron la puerta y todos entraron empezando la dichosa operación. Iba por delante así que mi corazón latía rápidamente, jamás había estado en alguna operación al mando así que era la primera vez.

Me puse detrás de una pared y vi como los armados empezaban a buscar el fuerte sonido de la puerta siendo golpeada. Calle al equipo y apunte con mi arma. Camine hacia enfrente pasando hacia la sala de recepción del banco encontrando varias mujeres atadas mientras lloraban asustadas. Me agache y empece a quitar sus ataduras mientras con mi otra mano trataba de que guardarán silencio —Okay, por favor, guarden silencio, ya estamos aquí —Calme y la mujer asintió saliendo lentamente de ahí siendo acogida por el ejército.

Me levante y pude sentir un dolor sobre mi espalda. Gruñi y toque sobre el chaleco hasta que subí mi mano y la dirigí hacia mi espalda volviendo a traer mis dedos hacia enfrente percatandome que tenía una herida y sangre salía de ahí.

Mi cabeza empezó a dar vueltas por todo el lugar. Mis piernas flaquearon y eso hizo que mi mano se recargara contra el respaldar. Pero, el dolor más fuerte que pude haber sentido era el saber que Zhan en aquel mismo memento me necesitaba.

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—Dios, gracias Jiyang por llegar —Apretó su mano y gimió de dolor. Su mano disponible se mantenía sobre su vientre. Respiro erráticamente pues le empezaba a faltar el aire.

—¿Puede algún doctor atendernos? —Habló el mayor diciendo hacia una enfermera la cual rapidamente corrió y empezó a llamar a otros doctores.

—Calma Zhan-zhan, ya vendrán. Vas a tener a tu bebé —Animó y el omega sonrió por lo bajo. Nunca imagino vivir ese momento y ahora que lo vivía, a sus 19 años de edad, era magnífico.

Las enfermeras se acercaron y le tomaron por los hombros para así llevarlo hacia una silla de ruedas. Zhan sintió paz por un momento, hasta que unos gritos de fuera se hicieron presentes. Su lobo gruñó dentro de él y razgo. El dolor se volvió más bestia haciéndolo flaquear sus piernas y llorar. Por otro lado, Jiyang puso una mano sobre su boca viendo como su hermano era metido sobre una camilla rápidamente a una habitación.

—Y-yibo... —El omega habló y sus manos reposaron sobre el respaldar de la silla de ruedas tratando de levantarse —t-tengo q-que ir con mi a-a-alfa —Habló y las enfermeras rápidamente le calmaron.

Jiyang volvió a posar su vista sobre el menor y se agachó hacia su altura —Zhan, él estara bien, confía en mí. Solo... Por favor, mi sobrino está por nacer...Tiene que nacer.

Era difícil, pero al final fue metido hacia una habitación y tuvo a su bebé. Un bebé sano, regordete y labios rosaditos pequeños, tan parecido a Yibo.

Solo hacía falta algo y era su padre.