No dejaba de mirarla.
Ella era la cosa mas hermosa que sus ojos hayan visto.
Imponente, hermosa e misteriosa era como él la describía.
—Oh mi hermosa musa no sabes cuanto te amo.—
Hablaba con pasión y dedicación el poeta al astro que se posa en el cielo nocturno.
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No dejaba de mirarla.
Ella era la cosa mas hermosa que sus ojos hayan visto.
Imponente, hermosa e misteriosa era como él la describía.
—Oh mi hermosa musa no sabes cuanto te amo.—
Hablaba con pasión y dedicación el poeta al astro que se posa en el cielo nocturno.