✰Prologo

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PARA MIYO SAIMORI, su infancia no fue la mejor de todas. Su madre falleció de una enfermedad sin nombre, como le decían todos los médicos de el pueblo de A-kio, dejándola en un vacío lleno de emociones y sentimientos que nunca antes había experimentado

Al pasar unos cuantos meses, su padre decidió volver a casarse. Su madrastra, al principio la trataba bastante bien, pero a medida que pasaban los días, su comportamiento fue cambiando. Moretones y heridas comenzaron a aparecer en la pequeña Miyo de 8 años. Al pasar un año de el matrimonio de su padre y madrastra, estos lograron tener a una pequeña niña de pelos dorados, quien, a medida de su vida, fue tratando a Miyo como a una empleada

Miyo, a partir de los 12 años, comprendió que su padre no hacía nada por ser la viva imagen de su madre muerta. Los tratos de su padre hacia ella fueron iguales a los de su madrastra, tratándolo como una empleada más. No fue hasta que el primer consejero, y mejor amigo de Miyo, se enfrentara a él mismísimo rey, quien, en sus argumentos, escribió que la única y legítima heredera al trono era Miyo Saimori, debido a que esta poseía la sangre real, o sangre Dorada que poseían únicamente la familia real, cosa que su padre, madrastra y hermanastra no poseían

Sin más que argumentar, proclamó que cuando la pequeña de cabellos casi azabaches, a la edad de 18, tomaría el trono...

Aunque....

No todo sale como lo planeamos...

Una reunión basto para hacer entender al pueblo de A-kio que Miyo era incluso más madura que el mismísimo rey, gozaba de una espectacular salud, y que, aseguraban que está lograria llevar a el reino a la cima. Causando a si, que el rey, como último mandato, proclamara a Miyo como la heredera que tomaría su puesto cuando está cumpliera 16 años

Tal fue la impresión en el consejo. Comenzaron a unir a la pequeña de tan solo 12 años a las juntas que se realizaban cada 3 meses. Causando un gran sabor agrio y amargo en la boca de la pequeña

Miyo, con tan solo 15 años, a un año de su coronación, toma la iniciativa de salir del Reino, en busca de enmendar los errores de antiguos reyes, quienes tomaron decisiones muy malas a su parecer, logrando que los otros reinos de Britania tomarán ...

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Miyo, con tan solo 15 años, a un año de su coronación, toma la iniciativa de salir del Reino, en busca de enmendar los errores de antiguos reyes, quienes tomaron decisiones muy malas a su parecer, logrando que los otros reinos de Britania tomarán a su reino como una amenaza - ¡Miyo-sama! - Grito una pequeña niña de cabellos rojizos, mientras lloraba sujetando el hermoso kimono rosado de la futura reina, quien, con pesar, sonrió a la pequeña - Cuando logre mi cometido, prometo volver antes de mi cumpleaños - Sin dar vuelta atrás, emprendió su viaje en direccion a las afueras del reino

Más haya de los extensos y enormes muros que rodeaba su reino, se encontraba un gran bosque mágico, al cual le llamaban Páramo, debido a que hay se encontraban varias criaturas mágicas que fueron desterrados o por querer irse de su reino, llegaban hay a vivir, siendo amorosamente resividos por los otros seres vivos que habitaban en este. Cruzando aquel bosque se venía lo divertido, un mundo lleno de trampas y engaños que la esperaba con los brazos abiertos, esperando a que esta cayera a sus pies como los otros aventureros que decidían embarcarce en una expedición

 Cruzando aquel bosque se venía lo divertido, un mundo lleno de trampas y engaños que la esperaba con los brazos abiertos, esperando a que esta cayera a sus pies como los otros aventureros que decidían embarcarce en una expedición

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Arthur Pendragon, actual rey de Camelot, tuvo una infancia un tanto dura, pero a su parecer, llena de felicidad. A su corta edad, fue proclamado rey de Camelot, un reino lleno de personas amables. Aunque no todo el lo que parece, bajo este perfil, se encontraban bandidos de toda clase, asesinos buscados con una gran recompensa, personas que disfrutaban secuestrando y asesinando niños y niñas. Un mundo cruel, lobos disfrazados de corderos.

El pequeño rey sabía aquello, pese a esto, comenzó su búsqueda de la libertad que tanto anhelo desde pequeño para su pueblo, quería erradicar aquel pensamiento tan repugnante de aquellas personas, quería darles segundas oportunidades.

- Tenga cuidado, joven Arthur... - Comento una señora ama de casa, mientras observava como aquel pequeño rey salía a las afueras del reino de Camelot. Este sin despegar la sonrisa de su rostro, se despidió de su pueblo, queriendo investigar los secretos que escondían aquellos bosques azules, o más conocidos como, Bosques del engaño

El Castillo AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora