step by step

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No es la primera vez que se besan.

Y está seguro de que tampoco es la última vez que lo harán.

A pesar de que para Charlie a menudo resulta sencillo apuntar hacia las cosas negativas tras atravesar un episodio enorme de titubeos ─si algo puede salir mal, saldrá mal─ con Nick existe cierta seguridad que le indica que a pesar de que no se coloque el cinturón durante el trayecto al final terminará por tocar suelo firme. Como un faro brillante y un barco deambulando sin rumbo en mitad de la penumbra, regalando luz centellante hasta que la tripulación perdida encuentra su camino de regreso sin presiones y con cuidado.

Tal vez se debe a que le ha dado todas las cosas que ha sido incapaz de encontrar con los demás. Una persona a la que puedes tomar de la mano y saber que es ahí a pesar de que puedes desconocer el desenlace, alguien a quien puedes susurrarle tus secretos (e inseguridades) de la manera más transparente sin sentirte juzgado, y quien se mantendrá firme pese a que el resultado pueda ser desastroso. Sumado por supuesto al hecho de que Charlie, sin tomar importancia a la tormenta en que algunas veces se queda estancado, se encuentra dispuesto a dar lo mismo de regreso e inclusive más.

El amor en realidad no es solo un sentimiento con el que te lanzas a fe ciega sin temor. Es un cúmulo de todo: bueno y malo, alto y bajo, blanco y negro, gris. Donde es necesario regresar y parar en más de una ocasión para asesorarse de que los engranes están marchando del modo propicio, aceptar las imperfecciones como algo más digno de admiración, y construir un hogar fortificado en la honestidad y afecto mutuo.

Esa es la manera en que se siente estar junto a Nick. Como si Charlie se hubiera subido a una enorme montaña rusa con las entrañas sobrevolando al inicio de su estómago para terminar gritando de alegría y emoción una vez que el botón de inicio fue presionado. Hacer tarea de ciencias es mucho más divertido con su compañía, pese a que al final terminan realizando la mayor parte a las prisas porque han gastado el rato mirándose el uno al otro furtivamente hasta que más de una carcajada logra escapar. Ver películas con las extremidades enredadas entre las mantas, o simplemente escribiendo chistes carentes de sentido en el chat de Netflix Party a altas horas de la madrugada. Tomarse las manos debajo del pupitre escolar cuando los profesores atienden otros asuntos. Realizar un viaje exprés a una locación que Charlie desconoce porque a Nick le encanta aparecer de la nada con una sorpresa bajo la manga. E inclusive cuando alguno termina llorando sobre el regazo del otro las cosas no se sienten tambaleantes porque existe esa seguridad de que pronto algo mejorará y se trata de ellos.

Charlie puede llegar a dudar de muchas cosas, pero si existe una que jamás pensará dos veces es lo mucho que su novio lo quiere.

Siguen saliendo del ojo de la tormenta. Con Charlie atendiendo sus terapias rutinarias después de no haber estado presente un par de meses, y haciendo a un lado al enorme monstruo en su cabeza que a veces sigue mostrando sus fauces cuando se encuentra de frente con un plato repleto de comida. Porque quiere mejorar, por sí mismo, por el chico que siempre le regala una sonrisa certera para hacerle saber que se encuentra a su lado y cada una de las personas a su alrededor que le regalan afecto en el día a día.

Siguen creciendo. Juntos.

Y besarse en el cuarto de Nick después de una tarde jugando al lado de Nellie y con ambos teniendo la nariz pegada a los libros de texto no es nada nuevo, a pesar de que no existe ocasión en la que los fuegos artificiales no exploten en cada célula de su cuerpo cada vez que sus respiraciones se entrecruzan a medio camino y sus labios se tocan con delicadeza.

Excepto que en realidad es diferente.

No porque se sienta mal ─en realidad se siente más que maravilloso. La cosa es que se siente tan bien que parece que su cuerpo comienza a convertirse en gelatina con cada segundo que pasa. Lo han hablado antes, claro, porque los asuntos ─incluso el más pequeño de ellos─ son expuestos sobre la mesa en cada momento sin importar lo vergonzosas que puedan ser. Y es normal, sabe que es normal, a pesar de que no puede evitar sentirse perdido a medio camino.

Step by Step ⭞ Charlie & Nick | HeartstopperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora