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Jeongguk se encontraba echado encima de su tendida cama, mirando el techo aburrido.

Jaehyun se había ido de campamento con sus padres y aunque él hubiera querido ir, sabía que era algo familiar así que no quería incomodar.

Pensaba en algo que podría ir haciendo para matar el tiempo, ya había hecho las pesadas tareas de la universidad; por lo que siendo sábado tenía mucho tiempo libre.

De repente podría ver tutoriales para decorar sus libretas y practicar los tipos de letras con todos los bonitos plumones que tiene porque siempre le pareció lindo ver libretas ordenadas y con diseños. Pero siempre que se preparaba mentalmente para concentrarse teniendo ya todos sus plumones ordenados por colores a sus costados; aparte de creer que no le saldría tan bien, le ganaba la flojera y ya no hacía nada. Igual él a veces adornaba sus cuadernos con su propia estética, solo quería mejorar más la técnica así que se conformaba.

De repente podría salir a dar una vuelta por el parque que está a la vuelta de su casa, sería una gran idea, pero de nuevo la flojera le ganaba y estaba en pantuflas.

En lo que seguía pensando como dejar su aburrimiento de lado, el timbre de su casa sonó; fue a abrir la puerta porque su papá estaba en la oficina trabajando y su mamá había salido a charlar con unas amigas que no veía hace tiempo, asi que era el único que quedaba.

La verdad no esperaba ver a Yugyeom en su puerta cargando unas bolsas de Mc Donald's y una sonrisa en su rostro.

─Hola hyung. ─dijo, mostrando su peculiar sonrisita de conejo.

─Hola Gyeomie, ─respondió con las cejas fruncidas y una sonrisa, todo en señal de confusión y sorpresa, más no de desagrado. ─¿qué haces aquí? no te esperaba.

─Ya lo sé, solo quería darte una sorpresa.

Parecía que éste chico le leía la mente o tenía una especie de "Barbie instinto".

─Bueno, ya lo hiciste, pasa. ─el susodicho dio un par de pasos y adentró a la casa, aspirando el rico olor a incienso de arándano que siempre había en ella.

─Estoy prácticamente solo asi que vamos a mi habitación.

Llegaron a una puerta blanca y cuando entraron, el menor dejó las bolsas en el escritorio, el cual estaba demasiado ordenado y le dio pena dejarlas ahí porque sabía como era de estricto su hyung para que todo se viera perfecto.

Estando ya sentados en la cama, comenzaron a hablar de lo que hicieron en los días que no se vieron.

Yugyeom realmente no estaba prestando mucha atención, su mirada estaba fija en los labios contrarios que se movían tan suave y delicadamente, de vez en cuando mostraba los dientes formando una sonrisa, la cuál lo ponía como bobo de lo linda que era.

─¿Qué tanto me ves? terminé de hablar hace tres minutos. ─dice burlonamente.

Al darse cuenta que fue descubierto su cara comenzó a enrojecer cual tomate. ─N-no te estaba viendo, mmm... solo v-veía la ventana.

─¿Y por qué estás rojo? estás mintiendo, ¿verdad? ─sonrisa comenzó a agrandarse a la vez que entrecerraba los ojos.

─No estoy mintiendo, ─su cara se puso aún más roja pero ahora empezó a reír. ─solo me da risa y ya, me pongo rojo cuando me río. ─tapó su cara con sus manos, de paso ocultando la pena y los nervios que sentía.

Jeongguk sonrió, pareciéndole tierna la acción del menor.

─Lo sé, solo te estoy fastidiando. ─se levantó de dónde estaba y agarró las bolsas de la mesa. ─¿Ya quieres comer o lo dejamos para más tarde?

─Está bien, comamos ahora hyung.

[...]

─¿Aún te gustan las papas fritas con helado de vainilla? Hyung, eres muy raro.

─Aún así lo comes conmigo.

─Si, pero igual es raro.

Después de ese comentario, el mayor no pudo evitar mirar con ojitos brillosos al contrario como pidiéndole permiso para poder embarrar la fritura que tenía un la mano con un poco del helado, el suyo se había acabado y todavía le quedaban algunas papas en su cajita.

Yugyeom suspiró después de asentir, viendo como el chico que lo tenía flechado comía con entusiasmo, una pequeña sonrisa escapando de su boca al ver como se limpiaba la mejilla por haberse manchado con la crema.

Le encantaba cuando pasaban tardes así: solo los dos, riéndose por cualquier cosa y él admirando a su hyung.

Aunque Gguk tampoco estaba en una situación diferente, se sentía muy bien al pasar las tardes con el pequeño Kim.

Se sentía muy bien al lado de él.

pequeño : yugkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora