A Rindou le pareció bonito el líder de la Tokyo Manji.
•AU.
•Rare Shipp.
•RinKey (RindouxMikey).
•Si no te gusta el shipp andate para fuera.
•Drabble.
•Fluff/Confort.
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—Lo haré— reto, apoyándose desafiante en la mesa.
—Rin, deja de estar distrayendo, estoy ocupado— el mayor de los hermanos no presto atención, moviendo algunos papeles que contenian información muy valiosa, releyendo y acomodando en carpetas.
Con o sin el conocimiento de su hermano de sus acciones, se fue de la casa hecho una furia.
Estaba molesto, indignado, frustrado.
Como un niño pequeño, buscaría llamar la atención de todos, para que noten su presencia.
Ya que esta harto de que lo vean como el pequeño hermano de Ran.
Dejara su nombre en alto, mostrará que puede ser algo sin tener a su hermano al lado.
¿Y qué mejor que enfrentando al capitán de la Toman, el invencible Mikey?
Iba a ganar, era imposible que sujeto sobrevalorado le pudiera vencer.
Se subió a su motocicleta, arrancando al lugar cual la Tokyo Manji Gang se juntaba para sus reuniones. Demostraría que es más que su capitán, puede que hasta pueda reunir a algunos miembros de esa pandilla a su lado.
(...)
El anochecer estaba cayendo al llegar al templo. Podía ver algunos miembros de la pandilla aun llegando para escuchar las palabras de su capitán.
Se infiltro de manera fácil, hacer su llegada sorpresa era una técnica que le fascinaba.
Por la gruesa voz del que parece ser el vicecapitan, pudo dar inicio a su entrada.
Pasos pesados, compostura retante, mirada burlona. Estaba dejando en claro quien era mejor en ese sitio, a quien deberían de respetar y temer.
Los murmullos no se hicieron esperar, entre miembros y capitanes dando a conocer su nombre.
Rindou Haitani.
—¿Necesitas algo?— una persona se hizo ver, y debe admitir que flaquio un poco al verlo.
Un lindo muchacho, de ojos oscuros como perlas del mar, cabellos dorados; con una pequeña coleta arriba atando posiblemente su copete rebelde. Tenía una piel de porcelana y unas facciones bellas, cautivadoras.
Diría que es una mujer, no cree que un hombre puede tener un rostro así de bello, pero su cuerpo musculoso a la vista, solo cubriéndose con su chaqueta, lo estaba tentando con esa estrecha cintura para sujetarlo de ahí y pegarlo a su cuerpo.
¿Es heterosexual admitir que un chico se te hizo bonito, además de tener ciertos... pensamientos? Joder, era tan bonito y sexy.
—Yo... vengo a pelear— maldicio al hablar bajo.
Su punto era intimidar, no parecer un idiota que se creía todo y era nada.
