Intro: Durazno

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"Sosten mis manos y no las dejes ir." Ordena Penelope, su voz siempre suena tan dulce cuando se dirige a ella.

"Te gusta esto? Mira lo mojada que estas... Y solo con unos pocos toques."
Diana no quiere mostrar este lado tan vergonzoso, solo quiere que Penelope siga viendo sus lados hermosos porque la señorita luce tan feliz cuando se humedece en ese lugar.

"Eres tan linda~ Tu piel luce como un durazno maduro. Tengo tantas ganas de morderte."
Y ella lo hace, en sus muslos, abdomen, pechos, hombros y cuello. También la besa cuando muerde demasiado fuerte. Como disculpándose por causarle ese dolor.

"Abre más tus piernas. Déjame ver lo que es mio."
Coloca sus manos entre sus piernas cuando escucha que Penelope quiere comerla y besarla allí.

"No- Es vergonzoso"
Penelope no puede hacer eso, es demasiado. Confía mucho en ella pero tiene un poco de miedo.

"Por qué? No me rechaces Diana. Me haras sentir muy triste."
Ella no quiere lastimar a Penelope. Nunca quiere verla triste. Que debería hacer?

"Yo... No creo que debamos... Esto no es-esta bi-en"

"Esta bien, esta bien, Diana" Penelope besa sus lagrimas, sus manos y frente "Como va a ser malo. Si se siente tan bien."

Penelope pone sus manos sobre sus rodillas y la mira fijamente antes de fijar su vista hacia la parte más íntima de Diana.

Ella siente como la lengua de Penelope se arrastra, lame, chupa y besa sus pliegues. Comienza a frotar su clitoris para luego envolverlo y succionarlo. Diana puede escuchar los ruidos húmedos, cree que se volverá loca, no quiere seguir sosteniendo las sábanas así que sus dedos se envuelven en el sedoso cabello castaño.

Hasta que una extraña sensación se hunde en su estomago y el agarre se vuelve mas fuerte, puede sentir como sonríe Penelope ante esto y continúa succionando el clitoris hinchado.

"P-Penny" Jadea Diana, sin darse cuenta que esta moviendo sus caderas contra la lengua de la castaña. "Por-porfavor... Yo voy a- Ti-tie-nes qu-¡aah!"

Diana se corre con un gemido, retorciendose mientras chorrea pero a Penelope parece no importarle con la forma en la que saborea sus labios y como chupa sus dedos.

"Es tan suave y húmedo. Sabes tan bien~."

*sniff* *sniff*

"Penny..."

"Se sintió tan bien que lloraste, no es asi~ Eres tan linda, hermosa, mi preciosa Diana, mi Diana"

"Usted-también se sintió bien?"

Penelope le muestra una sonrisa mientras levanta su camisón y baja su ropa interior pegajosa y mojada.

"Mira. Esto es lo que me haces."

Ella toma su mano llevandolo a su chorreante coño, ella puede ver los pliegues rosados y esponjosos. Su mano ahora empapada por los fluidos la lleva a su boca para probar el sabor.

"Es un poco salado."

Mira los ojos brillantes de Penelope, parecen esmeraldas, luce tan etérea e inalcanzable como puede siquiera pensar en poseerla. Una mujer tan poderosa y fuerte. Ella es solo una plebeya. Jamas estaría al nivel, no le puede dar nada más que su cuerpo.

Parece que Penelope puede leer lo que pasa por su mente así que la llama y le dice.

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Loto - Princesa Encantadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora