Prólogo

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Todo el mundo dice que Na Jaemin es muy afortunado de tener a Lee Jeno como su novio. 

Dicen que se adaptan tanto el uno con el otro, que son inseparables, que ellos fueron hechos el uno para el otro.

Lee Jeno era rico, y bueno... Jaemin no. Esa era una de las cosas que la gente envidiaba de él, que era tan afortunado de tener a un hombre con tanto dinero como Jeno.

Para Jaemin, su manera de vivir no era nada, que aunque Jeno era rico, él nunca hizo que Jaemin se sintiera inferior a él, siempre hizo a Jaemin sentirse especial, como un príncipe.

Él pensó que Jeno lo amaba.

Pero se equivocó.

     —Estoy rompiendo contigo.

Esas fueron las palabras exactas de Jeno justo después de la noche en que Jaemin le entregó todo a él. Sí, algo pasó entre ellos y Jaemin  no se arrepiente de nada.

Pero ahora, él se está arrepintiendo de lo que pasó.

     —¿Estás bromeando? —Jaemin se burló, su sonrisa se fue desvaneciendo cuando notó que la fría cara de Jeno no cambió para nada.

     —No tartamudée, ¿o sí? –el palido respondió.

     —¡Estoy hablando en serio, Lee Jeno! ¡Deja de jugar conmigo!  –gritó Jaemin, golpeando a Jeno en su pecho. – ¿Justo después de lo que pasó anoche? –continuó, con la rabia visible en sus ojos.

     —Me arrepiento de haber hecho eso contigo, no se suponía que debía pasar. –respondió el mayor. – Debería estar haciendo eso con alguien que amo... con una chica, no con un chico.

Era como si el mundo de Jaemin se estuviera cayendo a pedazos. Las palabras de Jeno lo golpearon como si lo hubiese hecho un camión, mientras su corazón se apretaba con dolor. Él no sabía que las palabras podían romperlo tanto cuando notó las silenciosas lágrimas cayendo por sus mejillas, observó al más alto quien lo miraba como si jamás haya dicho las palabras que hace un momento destrozaron a Jaemin.

     —¿Puedes oírte a ti mismo, Lee Jeno? Entonces, ¿Todo este maldito tiempo nunca me amaste?, ¡¿Qué demonios?!. ¿Querías a una chica? –Jaemin exclamó a la vez que hacía sonar sus dientes, con los puños tan apretados como si se sintiera a sí mismo temblar. – ¡Eres un idiota, un maldito idiota! –gritó mientras soltaba ‪golpes hacia el mayor, quien solo lo dejaba hacerlo, hasta que Jaemin lo golpeó justo en el ojo derecho, ahí fue cuando tomó ambas manos de Jaemin y lo detuvo. – ¡Siempre hay dos partes en cada historia pero eres un imbécil en ambas! –el menor se enfureció, luchando desde los brazos de Jeno. – ¡Suéltame! –gritó.

Jeno lo hizo, empujando a Jaemin lo suficientemente fuerte como para que este se alejara unos pasos de él. Lo miró fijamente, cara dura y fría mientras hablaba con un tono que hizo temer al menor.

     —No te amé realmente, es por eso que estoy rompiendo contigo. Alguien tan rico como yo no puede estar con alguien pobre como tú. –agregó. Jaemin caminó hacia él y le dio dos abofetadas, una en cada mejilla.

Jaemin pensó que Jeno lo amaba, incluso aunque no fuera rico como él.

Pero se equivocó, otra vez.

     —¡Te odio, Lee Jeno!

Esas fueron las últimas palabras que le dió al mayor antes de darle una última bofeteada mientras se iba, lágrimas cayendo por sus mejillas al llegar a su pequeño departamento.

Tras tres semanas llorando e intentando seguir adelante, viviendo solo por sí mismo y continuando la vida como si nada, Jaemin creyó que todo iba a ir bien para él, con su trabajo estable en la cafetería y teniendo amigos que lo apoyan y consolaban, todo estaba bien.

No hasta que se dió cuenta de lo mucho que había vomitado cada mañana. Al principio creyó que solo había comido alguna fruta podrida durante la cena pero le preocupó cuando siguió ocurriendo, además agregar el hecho de que estaba teniendo antojos bastante raros que incluso sus amigos se lo comentaron.

Teniendo una gran idea de lo que podía pasar, Jaemin fue a comprar lo que necesitaba para confirmar lo que ya sospechaba.

Una vez que ya terminó con el procedimiento, él nunca creyó que su vida podía ser incluso más miserable de lo que ya era. Era como si el mundo alrededor se detuvo y su vista estaba solo en el pequeño aparato en sus manos.

Dos líneas.

Positivo.

La idea de tener un bebé nunca cruzó su cabeza, ni siquiera antes de haber hecho eso con Jeno. Él creyó que el mayor había usado protección o algo como venirse fuera de Jaemin... pero otra vez, se equivocó.

Y ahora está embarazado... y Lee Jeno es el papá.



💜💜💜💜

gracias a seungjined. por dejarme hacer una adaptación de su historia ♡

Daddy Jeno || NoMin ♡Where stories live. Discover now