Después de desayunar, se fueron a un arcade estuvieron ahí casi 3 horas ya que lo que no se imaginaba Taehyung, Jungkook parecía un niño chiquito, desde que llegaron fue el primero en instalarse en uno de los juegos mientras él lo seguía.
Después de salir, fueron a merendar y a caminar por la playa atardeciendo.
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Ya de regreso a la casa del más pequeño compraron helados y se metieron al carro ya que había comenzado a llover.
- Te gusto la salido bebé?- preguntó jungkook viera do su cara un ratito pero sin despegar su cara de la carretera. - emm, si estuvo bonito todo gracias por sacarme de verdad sentía que iba a morir del aburrimiento- rio, sacándole también una sonrisa al mayor. - me alegra bonito- le agarro la mano y le beso el dorso. Las mejillas de Tae se tiñieron de rosa que el pelinegro notó ya que había virado la cara para verlo.
Ya llegando a la casa del más bajo, se despidieron con unos cuantos besos unos más largos que otros ya que no se querían separar.
El último beso fue el detonante ya que no se querían separar el beso se volvió más brusco y necesitado. Jungkook apagó el carro y se metió con taehyung a la casa.
Se continuaron besando hasta llegar a la habitación de taehyung con solo los bóxers ya que la ropa se la fueron sacando en el camino. Esa noche la disfrutaron como nunca, no era su primera vez pero la disfrutaron tanto.
En esas cuanto paredes solo se escuchaban los gemidos de Taehyung y los gruñidos y jadeos de Jungkook.
Tal vez los vecinos al otro día le reclamen, pero que le importaba, el chico que le gustaba lo estaba haciendo suyo y eso le encantaba.