Panquecito de nuez [Katsudeku]

Capítulo I

En el centro de la gran ciudad de Japón se encontraba la gran empresa 'Bk modas',  fundada por la encantadora Mitsuki Bakugou, una alfa de melena rubia ceniza con cautivadores ojos rubí.

Ella junto a su esposo Masaru, un bello omega de ojos café y pelo castaño, levantaron con arduo trabajo aquel negoció, era un sueño para ambos el formar su propio negocio y lo lograron, felices por su completa victoria decidieron formar una familia, tanto el omega y la alfa lo querían ahora que tenían una vida estable  y así después de su decisión se unieron con  todo el amor que se tenían.

pasaron los meses y cada vez se acercaba el día en el que masaru daría a luz a su pequeño, y asi paso, un 20 de abril nació su primer hijo, Katsuki Bakugou, una vivida copia de la alfa.

Desde pequeño el niño fue envuelto por el negocio familiar, aprendiendo sobre como dirigirla correctamente, la manera de formar alianzas, entre otras cosas, pasaron los años y por fin había llegado  el momento de que tomara el cargo de la empresa, siendo un alfa admirable de 22 años de edad.

Al tomar la presidencia su primer decisión fue contratar a unos de sus amigos de la universidad, ya que los antiguos trabajadores ya se habían jubilado, dos omegas, un alfa y dos betas, eran su opción para los puestos disponibles, el grupo predominado como el "bakusquead".

Sin duda una de sus mejores decisiones, por su ego inquebrantable nunca lo diría, mas tener ahí algunas caras conocidas le parecía una buena idea.

— ¡Buenos días Mina-san! —  saludo energético un omega rubio junto a su prometido 2 de cabellos rojizos.

— buenos días— saludo amablemente la peli-rosa— llegan tarde otra vez.

el recién llegado sonrió nervioso, no era la primera vez que llegaba tarde, parecía que hacia sus propios horarios

todo le parecía bien, llegaba tarde y su amiga lo cubría, claro que con algunos cosméticos como pago por el favor, hasta cierto día, llego igual de tarde saludando a todos como habitualmente llegaba, solo que había un detalle, katsuki estaba ahí.

Kaminari quería desaparecer en ese mismísimo momento, mas ya era tarde, el alfa claramente lo miraba fulminante, los ojos rubí se encendieron como dos brasas, sin duda estaba perdido, no falto mucho  para que los gritos del mayor comenzaran.

el omega tembló levente al acordarse del los regaños por lo impuntual que había sido y hablo —  Mina por favor, prometo comprarte todo lo que quieras — rogó a casi nada de ponerse a los pies de la peli-rosa — pero por favor no nos delates con el jefe.

Ashido trataba de no soltar una gran carcajada llevando una mano hasta su boca, a veces su amigo podía llevar sus dramas a los extremos.

— vamos amor — interrumpió kirishima pasando una mano por los hombros de su pareja—  no creo que sea necesario el llanto.