La naturaleza estaba yendo contra mía, poniéndose reacia cuando le pedí que dejara de llover. Sabía que en ningún momento de la noche pararía, pero me molestaba más el ser rechazado que las gotas de lluvia caer en mi ropa y rostro, mojándome al instante.
Llorar no era una opción para mí en esos instantes, lo único que lograría era nada. Así que cerré mis ojos con fuerza para aguantarme y seguir mi camino hasta llegar al destino que tanto deseaba llegar ahora; mi hogar.
Mi hogar... Ya no lo veo así, para mí ya no es acogedor. Sus abrazos, su aroma peculiar, su sonrisa, su risa, sus lentes que se quitaba para dormir, para mí eso era el hogar que necesitaba, pero se me fue arrebatado.
No, nadie me lo arrebató. Fue culpa mía.
Escuché el celular vibrar en mi pantalón. Lo saqué rápidamente y atendí la llamada. No era necesario ponerlo en mi oreja porque los gritos seguramente se escuchaban hasta China.
—¡¿____?! ¡¿Estás bien?! ¡Acabo de enterarme de lo que pasó por Ari! No sabes lo preocupadas que nos pusimos ¡Pero yo más cuando me dijeron que no saben donde estás! ¡¿En qué estabas pensando cuando saliste en plena tormenta?!
—... Nia ¿Estás en mi casa?
—¡Por supuesto que sí, tonto!
—Estoy yendo, no te preocupes.
—¡¿Cómo puedes decir es-?!
Suspiré del cansancio dejando que me apresaran los recuerdos que tuve con él. Jugando los dos frente a la gente, soltando charlas graciosas mientras veíamos películas casi sin prestarles atención. Recuerdos que ya no volverán a ser lindos o chistosos, más bien, tristes.—Eso me pasa por pensar que él me veía de otra forma... Joder, qué mierda de vida.
Otra vez volvió a sonar el celular. Maldije en voz baja pero aún así contesté nuevamente. Lo raro era que no se escuchaba nada, así que lo acerqué a mi oreja.
Me dejó confundido que se escuchara el sonido de la lluvia también ahí, pero simplemente lo dejé pasar.
—Eh ¿Hola? ¿Quién es?
...
—_____, lo siento.
...
Mi piel se erizó, mi voz empezó a quebrarse y un nudo en mi garganta se formó. Un revoltijo de emociones sentí cuando escuché como él me nombraba.
—Por Dios, idiota. Date la vuelta de una vez o creo que voy a echarme para atrás de nuevo. —Su voz estaba igual que la mía. Eso hacía que me dieran más ganas de llorar.
Acaté sus órdenes al instante, observando como a tan solo unos metros de mí estaba, expectante a cualquier movimiento que haga. Fue demasiado tarde para mí darme cuenta que ya lágrimas estaban cayendo por mi rostro. Al principio no lo sabía por la lluvia, pero luego sentí como mis ojos ardían levemente.
Él se acercó a mí hasta extender sus brazos en cuanto quedamos a unos centímetros del otro. Yo lo abracé con todas mis fuerzas y en segundos fui correspondido.
—Lamento lo que pasó allá. No pude explicarte bien y por los nervios del momento cometí una estupidez. Yo...
Le interrumpí plantando mis labios con los suyos en un beso el cual no llevaba movimiento alguno, pero que a mi parecer era demasiado lo que yo expresaba en él. En ningún momento se separó, más yo tuve que hacerlo porque sino, no podría dejarlo ir.
—J-Juan, lamento todo este show de mierda que hice. Sé que malinterpreté todo, y que ahora me mandé una cagada aún mayor por besarte. —hice una mueca escondiendo mi rostro en su hombro—. Creo que lo mejor sería que nos alejemos y ya.
—¿Qué? ¡No, no! ____, escuchame por favor. Dios. —al ver que no emitía ninguna palabra prosiguió—. Yo... Yo sí quiero estar contigo, de una manera romántica. El que estuviera Ari me puso nervioso a que reaccionara mal si aceptaba salir contigo, y tenía miedo de que la gente no aceptara lo nuestro. Pero me di cuenta que no importa lo que ellos piensen. Al carajo los demás.
Mi cara pasó de confusión y sorpresa, a estar completamente rojo como tomate.
—... Te iba a decir mil y un insultos, pero también tengo la culpa de haber elegido el peor momento para declararme. —sonreí al escuchar su risa. Joder, su risa.
—Sí, apestas en eso.
—Chinga tu madre, Juan.
—Así me amas. —me separé de él para golpear sin tanta fuerza su hombro, de manera que volvió a reírse—. Hey, Ari me dijo que se fue a tu casa ya que ahí está Nia ¿Quieres que vayamos?
—Nah, vayamos a tu casa y luego le mandamos un mensaje para que nos dejen un momento a solas.
—Bueno, ya qué. La verdad es que hace tiempo no dormimos juntos. —revolvió mi cabello mojado.
—Sí lo dices de esa forma, pareciese que hemos sido pareja desde hace tiempo. —le di un zape aún manteniendo una sonrisa, aunque más parecía una mueca.
—¡Hey! Pero si siempre me dejas tocar tu pelo...
—Calladito se ve más bonito. Pero ya vámonos que de seguro vamos a enfermarnos por estar tanto tiempo en la lluvia.
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Tenía tres ideas para un One Shot de Juan, pero al final no me gustaron. En un momento se me vino lo "escritor profundo" y quise hacerlo algo triste desde el principio.
Quizá en un momento retome las otras ideas y las publique, QUIZÁ.
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Romantic Stream | OneShots | Streamers x Male!Reader
FanfictionHace poco comenzaste a hacer directos y ya habías ganado muchos apoyo por parte de gente que disfrutaba tu contenido. Era divertido poder platicar, jugar y hacer retos mientras las personas tras la pantalla disfrutaban de tu agradable compañía. Solo...