Cap 10

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Al entrar vio que todos estaban reunidos en la sala. Podía ver como jugaban con el pequeño conejito, prefirió pasar de largo pero una voz lo detuvo.

- Holi Nam -

Se quedó parado en el corredor y dijo - Hola kookie -

- ven ven juega - le extendía unos juguetes que tenía en la alfombra. A pesar de que estaba dando la espalda a la sala, podía sentir las miradas de los demás.

- Yo... No puedo kookie, tal vez otro día - Ya iba a tomar camino para su habitación cuando escuchó una voz.

- Namjoon ven acá - era Jin, usó un tono demandante pero hizo caso omiso

- Nam no quiere jugar conmigo - se le estaban acumulando las lágrimas en los ojos del pequeño. Rápidamente volvió a hablar Jin

- Ven ahora, es una orden. Tienes que obedecer a tu hyung - Su voz era fuerte, le daba escalofríos

Dio la vuelta, regresó a la sala y se sentó en un sillón individual. No dijo nada, solo se quedó viendo al pequeño que se limpiaba las lágrimas y le sonreía.

- Uuh Nam trajo regalo para mí - dijo emocionado el pequeño

Namjoon se quedó desconcertado, el no le traía ningún regalo ¿A qué se refería el niño? Sintió como el menor le arrebató el peluche y fue cuando entendió todo.

¡Le estaba quitando a Crabi!

Rápidamente le arrebató el cangrejo al menor y lo abrazó fuerte. Era el primer regalo que le habían dado, no quería perderlo.

- ¡Oye devuelve el peluche! - dijo Jimin

- Cangrejito mío - soltó el menor, se levantó y trató de quitarle el peluche a Namjoon pero no le dejaba

- Kim dale el peluche - Jin hablo enojado

Namjoon no decía nada, solo se concentraba en que el menor no tomara a Crabi y se lo llevara. En un descuido empujó al menor y cayó de un sentón, rápidamente la sala se llenó de llanto.

Jin se levantó a consolar al menor. Vio como Taehyung se levantó enojado del sillón y se dirigía hacia él peligrosamente, rápidamente se levantó y salió corriendo.

Iba subiendo las gradas hacia su cuarto cuando tropezó y se cayó. Kim lo logró alcanzar y lo tomó fuertemente de sus brazos.

- Hoy si no te salvas -

- ¡No! Suéltame - gritó. Taehyung trataba de quitarle primero el peluche pero este se aferraba demasiado a él

- Hoseok ven a ayudarme - le gritó y a los segundos ya estaba frente a ellos. Ambos lo golpeaban, lo rasguñaban, hacían de todo con tal de que soltara el peluche pero no lo soltaba.

Namjoon se aferraba a él como si su vida dependiera de ello. No quería que le quitaran su peluche, a pesar de pasar solo un día con él ya era muy importante. De la nada sintió que se quedaba sin aire, Taehyung lo tenía agarrado del cuello.

Pataleaba con tal de que lo soltara, sus ojos se inundaron de lágrimas y su cara cada vez estaba más rojita. Involuntariamente llevó sus manos a las de Tae para poder librarse de su agarre y Hoseok aprovechó para quitarle el peluche.

- Ya déjalo - dijo Hoseok mientras se levantaba pero el contrario no soltaba en cuello de Namjoon

- Tae ya basta, suficiente - con dificultad apartó al menor y se colocó enfrente.

- No pierdas tiempo con él, vamos - salió del pasillo y fue a la sala

Namjoon se retorcía al momento de tener de nuevo el aire que le faltaba. Tenía los ojos llorosos y estaba temblando. Nunca pensó que llegarian a ese punto de lastimarlo.

- Te lo advertí - se volvió a acercar al mayor, este trato de retroceder pero no pudo y cerró los ojos con fuerza

- Primero fue Yoongi y ahora Hoseok... Pero no todos los días tendrás un salvador y ese día no te soltare - Dijo en el oído de Namjoon para luego irse y dejar al pobre solo en aquellas gradas

- C-Crabi - soltó con un hilo de voz. Quería correr a su cuarto pero no podía moverse, se recostó totalmente en las escaleras y espero a que recuperará energías.

Llorando, se torturaba en su mente por ser así, por ser una mala persona, por siempre traerles problemas a sus compañeros, por no poder cuidar el único regalo que le habían dado en tantos años. Estaba decepcionado, dolido, se odiaba, sentía que tenía toda la culpa de que estas cosas pasaran, sentía que estaba pagando consecuencias por ser una mala persona y lo aceptaba.

Escuchaba las conversaciones que tenían con el bebé desde la sala. Sus ojos le empezaron a pesar y sentía que todo se volvía borroso, las voces se escuchaban cada vez más lejanas. Logro ver que una sombra se le acercaba antes de que todo se volviera negro.






















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Quisiera ser como élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora