-¡Chuuya, me gustas desde que tenemos dieciséis! - gritó el castaño de nombre Dazai Osamu -Yo sé que te gusto, y que tienes tanto miedo de que te esté haciendo una broma que solo me creerás si te doy un beso, así que... - se fue acercando al contrar...
Otro día comenzaba, lo sabía debido a la luz solar que entraba desde su ventana, atacando sus piernas que seguían recostadas sobre la cama, también por el ruido de la gente que lograba escuchar con bastante claridad.
Era un día nuevo, y Chuuya aún se encontraba atrapado en el día anterior. Recordaba aquella escena, las palabras mencionadas, su horrible reacción. Se encontraba confundido, emocionado, avergonzado, frustrado, y feliz, más que nada feliz.
Se levantó de su cómoda y cálida cama, enfrentando aquel típico frío que hace desear volver a la cama y descansar unos minutos más, caminando al baño mientras piensa en la ropa que se pondrá ese día.
Una vez con su vejiga vaciada, sus manos y cara limpias, su cabello peinado y sus dientes lavados, se encuentra frente a su armario con ropas de diferentes colores, aunque una pequeña mayoría era negra. Antes de que su mano alcance una chaqueta negra, su celular vibra. Curioso, saca de su bolsillo el aparato y revisa de qué se trataba la notificación que le había llegado. Era un mensaje.
Oh.
Oh.
Un mensaje de Dazai.
Obviamente no tuvo que hacer una especie extraña de malabares para evitar que su celular se estrelle con el suelo por la sorpresa y nerviosismo que le había llegado y había afectado a sus manos. Por supuesto que tampoco se sentó mientras sentía sus mejillas calientes, y mucho menos tenía una sonrisa boba en su cara.
Volvió a mirar la pantalla y leyó el mensaje enviado por aquel castaño que nunca podía parar de hacer su corazón latir rápidamente.
《Dazai-♡》 ¡Hoy más te vale ir al trabajo! Tengo una sorpresa para ti (｡•̀ᴗ-)✧ 9:01 a.m
Por supuesto no iba a faltar, incluso planeaba ahora vestirse lo más rápido posible para llegar rápido al trabajo, obviamente porque era una persona responsable la cual se dedicaba a realizar su trabajo de la mejor manera posible. Claramente no lo hacía por otra razón.
Una vez ya vestido y frente a la puerta de entrada y salida de su casa, sacó su celular para responder al anterior mensaje.
Allí estaré (٥↼_↼) 9:16 a.m
Sonrió al ver lo rápido en que su mensaje fue leído y por la respuesta inmediata que le entregó el otro.
《Dazai-♡》 Aquí te espero (ʃƪ＾3＾） 9:16 a.m
Abrió la puerta frente a él, comenzando su caminata hacia su destino, no quería que el de vendas siguiera esperando.
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La cafetería se encontraba a la vuelta de la esquina, estaba nervioso, emocionado, y la verdad no sabía qué esperar. Quizás todo había sido una broma para que vaya más temprano de lo usual al trabajo, o en realidad se arrepintió de su confesión y la sorpresa es que dejó de gustar de él, como ya le había sucedido un par de veces, hasta incluso puede ser que en realidad fue todo un reto de alguno de los amigos de Dazai y venía para avisarle esto antes de que se pusiera más serio con respecto al asunto.
