UNO

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La música era buena para ahogar todo el ambiente de las voces de los idiotas que querían coquetear con él en ese bar. BaekHyun estaba demasiado ebrio y confundido para poder entender a alguno de ellos. Mañana iría al bar cerca de la playa, o quizás se quedaría en su casa a llorar y llenarse la boca de helado, lo que pasará primero.

Podría volver a su ciudad natal en noviembre, después de que terminará de trabajar en su nueva exposición de arte. Sus hermanos lo estaban dejando que darse en la casa compartida en la que vivían todos, incluso sus padres, BaekHyun podía conducir el auto de LuHan durante su estadía, ese impala rojo y ahora estaba ahorrando para comprar un nuevo auto cuando regresará a su propia casa. Una vez que todo estuviera terminado, podría volver a vivir como un adulto de treinta y no un adolescente de diecisiete y podría dormir hasta medio día.

-Vamos a pasarla bien- gritó alguien en su oído.

-Joder, ya te dije que no.- gritó BaekHyun en respuesta, empujándolo –Amigo, ya te he dicho que no me gustas, no eres mi tipo, y aunque este ebrio, no puedo ignorar el hecho de que tu aliento es agrio y asqueroso-

-Dices puras estupideces-

-Tú dices puras estupideces- dijo BaekHyun -Te alejas o te alejó, tú elige, soy cinta negra en hapkido

BaekHyun lo escuchó maldecir, pero no le respondió. A veces, su ignoraba a los sujetos que solo iban tras su trasero, pasarían a molestar a otra persona, saber eso, era el ochenta por ciento que necesitabas para sobrevivir en el mundo de la soltería, el otro veinte por ciento, lo había dedico a golpear idiotas con sus manos.

-Por fin llegas, niño libertad- le dijo SeHun cuando entró a hurtadillas a la casa. -cómo llegaste a casa?-

-En un taxi- dijo tratando de lucir lo más sobrio posible.

-estás borracho?-

-No-

-A ver, salta- BaekHyun dio un brinco y terminó cayendo de cara contra el piso. -Qué vamos a hacer contigo?

Byun BaekHyun, era un artista conceptual de treinta años, soltero, sin hijos, sin problemas, tal vez porque era el menor de sus hermanos, sus padres estaban preocupados de que no tuviera una linda esposa o un esposo, lo que sea servía, casi siempre, escuchaba acerca bromas de porque no tenía pareja y se casaba de una buena vez, pero entonces BaekHyun sacaba su cartera y comenzaba a contar su dinero: "Dios, que triste y solitaria es mi vida" decía mientras fingía llorar y secarse las lágrimas con billetes.

Tal vez trataba de demostrar que no le importaba, por mucho tiempo había estado traumado con ello y conforme los números en las velas en sus pasteles de cumpleaños aumentaban, su ansiedad también, pero llegó un punto en que no le importo más y simplemente decidió consentir a los hijos ajenos.

SeHun, KyungSoo e Irene, eran sus hermanos mayores, LuHan, NaYeon y JunMyeon, eran sus cuñados. La hija de quince años y el pequeño de cinco de SeHun y LuHan, a continuación, vinieron los gemelos de KyungSoo, más tarde, la hija de Irene, sus cinco sobrinos, eran sus consentidos, siempre que podía, les compraba cosas, les regalaba dulces y muchas veces los había escuchado decir que querían que él fuera su padre, pero no tenía hijos propios, pero con el nuevo embarazo de Irene, la presión de su familia había vuelto.

-BaekHyun- lo llamó su madre, en medio de esa fiesta en el jardín de la casa familiar, para relevar el sexo del bebé de su hermana -Dile a mis amigas acerca de tu nueva exposición-

-No creo que estén interesadas en eso en realidad-

-Bueno, me atrapaste

-cuándo vas a casarte?- preguntó la señora Kim, BaekHyun pensaba arrojarle su copa llena de uvas, pero quería comerse esas malditas uvas. -Ya no eres tan joven, cuántos cumpliste este año?

¿Cómo Acabar De Una Vez Por Todas Con Park Chanyeol?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora