El día a día de Megumi era agotador. Su último semestre en la universidad lo tenía muerto, entre que debía entregar tareas o asistir al trabajo donde lo habían contratado, el peli azul no tenía tiempo para salir a disfrutar con sus amigos o realizar alguno de sus hobbies por la tarde.
Se levantaba a las 6 am, seguía su rutina de ejercicio, tomaba una ducha rápida y se iba corriendo a la facultad, saliendo de ahí pasaba por la universidad de Itadori, su novio, quien siempre le esperaba con un lunch kawaii que se sacaba de tiktok o videos de Youtube y andaba velozmente a la empresa donde trabajaba.
Siempre llegaba cansado a su departamento, sus últimas fuerzas las usaba para llamar a Yuuji, recordarle lo mucho que lo amaba y a mimir.
Megumi alquilaba un departamento de tres habitaciones que compartía con otros dos chicos, desde que empezó a trabajar decidió salirse de la casa de sus padres y empezar el proceso de abandonar el nido. Por el contrario, su novio, todavía vivía con sus papás y ayudaba de vez en cuando en el negocio familiar, una cafetería céntrica que vendía deliciosos postres extranjeros.
Los fines de semana iba a verlo, le gustaba observar a Yuuji confundiendo el cambio y dando una cantidad mala porque se ponía nervioso, o ser regañado por su papá porque olvidó limpiar alguna de las mesas desocupadas.
Hoy era un día de esos. Eran las cinco de la tarde, faltaba poco para que el negocio fuera cerrado.
Megumi se hallaba sentado en la barra, tomando café negro y comiendo las galletas que Yuuji se robó el aparador para regalarselas. Estaba a punto de despedirse cuando el peli rosa se acercó, sin embargo, Yuuji tenía en mente otros planes.
- Amor, acabo de sacarle a la novia de Choso la cuenta para ver Disney Plus, ¿te parece si te quedas hoy conmigo y hacemos maratón?
¿Quién era Megumi para negarle la oferta a su chico? quien justo le estaba haciendo ojitos de cachorro mientras tomaba sus manos sobre la barra.
Cuando la respuesta fue afirmativa Yuuji saltó de la emoción y lo dejó para limpiar lo más rápido posible todo lo que le correspondía y salir más pronto.
Después de cenar con los papás de Yuuji y platicar un poco, ambos chicos subieron a la habitación del peli rosa.
- Megu, ten. Te presto la pijama para estar más cómodos, no me gusta que te quedes dormido con ropa incómoda.
En realidad, el pretexto por parte de Itadori era porque le encantaba ver a Fushiguro con su ropa puesta, y Megumi claramente no iba a desaprovechar la oportunidad, le encantaba el aroma que emanaba Yuuji y se impregnaba en su ropa.
Mientras Megumi se sacaba la ropa y se colocaba la pijama, Yuuji lo observaba en silencio desde su cama, Megumi era taaaaan lindo, lo amaba tanto.
- ¿Yuuji, qué tanto ves? Volteate.
- Duh, Gumi. Si te he visto peor, ¿qué no puedo disfrutar de lo lindo que es mi novio?
- Cállate, házme canchita, me voy a acostar.
- Ay mira, te pusiste rojito - decía mientras tomaba la nariz de Megumi entre sus dedos para mover su cabeza suavemente.
- Ya, déjame, eres un tonto - el peli azul estaba totalmente sonrojado. Quita la mano de Yuuji y le da un golpe suave en el cachete para alejarlo.
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piojito · itafushi
Random"abrázame hasta que olvide que tengo dos proyectos pendientes y cinco tareas por terminar". ↷ itadori &' megumi ↷ modismos mexicanos ↷ soft-comedy