𝖬𝖺𝗅𝖽𝗂𝖼𝗂𝗈𝗇 呪い

1.

Estaba ahí sentada de rodillas en el suelo mientras el la observaba desde arriba sentando en un trono que le daba ese aire imponente y dominante. Le gustaba verla de ese modo, sentirse con él dominio sobre ella y sentir como su cuerpo temblaba levemente al estar ella en esa posición.

Lo mejor de todo, es que no temblaba de miedo, su delgado pero sensual cuerpo tiembla de excitation. Por que así es como él la indujo a ese mundo de placer sádico donde cada uno cumplía un rol en las situaciónes donde sus mentes llenas de imaginación lo acuerden.

Ella arrodillada con un fino conjunto color negro de lencería de encaje, sus nalgas quedan a la vista desnudas y descubiertas por la fina tela de su tanga con encaje que resalta sus preciosas y grandes nalgas. Sus medianos senos son cubiertos por el sostén de encaje negro que transparenta, dejando ver sus erectos y lindos pezones presionados por la lencería. Su cuello adornado con una linda gargantilla negra de tela con encajes alrededor que tiene una larga cuerda que el hombre en la habitación tiene enrollada alrededor de su gran mano. Orejitas tiernas de color rosa con un tono negro en su cabeza que le hacían dar un aspecto tierno pero a su ves tan provocativo.

No sabe cuando el descubrió ese fetiche por ella de verla de esa manera como una tierna gatita indefensa, pero sabía que esa era sólo una máscara que ella tomaba en sus encuentros íntimos pues después de un rato de estar sumergida en el placer sabe que ella tomaría las riendas dando un espectáculo tan sexual y salvaje que es lo que más le fascina de ella. Que muestre esa parte donde no es la tierna y linda pelirosa que todos conocen si no que tiene un lado tan lleno de lujuria y morbosidad que hasta en eso encajan perfectamente. Lo tiene a sus pies puesto ella ahora esta así esperando sus ordenes o un movimiento de su parte pero en cualquier momento desataria una fiera lleno de deseo sexual.

Se levantó de su trono dejando ver su imponente figura, su aori blanca está abierta dejando ver su fornido y bien tonificado torso. Su vestimenta morada con ese gran nudo que sostiene la tela alrededor de su cintura. Su cabello despeinado pero sólo lo suficiente para darle ese aspecto tan masculino apesar de sus finas facciones. Pero lo que más la excita son esos ojos negros tan profundos que siente como la examina de arriba a bajo como escudriñando en su alma. Más cuando de negro cambian a rojo carmesí, sabe que a él le gusta grabar todos los momentos íntimos que tiene con ella y es como si tuvieran sexo grabado en video. Es algo morboso pero le gusta, es un bajo instinto y personalidad que tiene al sentirse tan deseada por el.

Escaparse de la aldea se hizo una costumbre para ella, mas que costumbre una necesidad de sentirlo en ella, sentir sus fuertes pero tersas manos acariciar todo su cuerpo y brindarle caricias tan placenteras en los lugares que solo el puede explorar hasta hacerla desmayar de placer y amor. Una necesidad para ambos el encontrarse de esta manera.

Todos los fines de semana recibe una nota de una serpiente en su habitación sin falta a la misma hora, indicándole el día que tiene para poder verse y ella planificar como salir de la aldea sin ser descubierta o que sospechen de ella. Siempre pide permiso a su maestra para ausentarse 2 días de la aldea puesto va a su supuesto entrenamiento en un monte algo lejano de la aldea pero lo suficiente para no levantar sospechas. Dejó su cabello largo a pedido de él, por que así puede apreciar más la belleza de este y tomarlo entre sus manos para ejercer más fuerza en sus embestidas. Ella claro lo disfruta sin objeciones.

Siempre llegan al lugar que han llamado como su lugar favorito, es un templo de los extintos Uchihas abandonado desde antes de la masacre, es un lugar muy espacioso con cientos de pasillos. Que en caso de descubrirlos sería difícil encontrarlos ya que el Uchiha sólo el puede descifrar los caminos que los lleva al lugar donde están ahora. La gran habitación matrimonial que sólo era para los líderes del clan y sus esposas.