Estaba emocionada, era la primera vez que me mudaba de ciudad y brincaba de un lado a otro, parecía niña pequeña.
Resulta que mi padre ascendió de puesto en la empresa donde trabajaba y por eso mismo lo cambiaron a una planta en Estocolmo donde sería gerente o algo así. Mamá tenía su marca de ropa y yo iba por el mismo camino, siempre me ha gustado el diseño de modas, solo que yo tengo un estilo un poco más oscuro.Como sea, ya estábamos llegando a la nueva casa, se veía realmente enorme así que con más razón me emocioné, tenía una sonrisa gigante en mi rostro. Al estacionarnos fuera de la casa yo bajé corriendo y observé cada detalle de la fachada, bien, tres pisos, un balcón y paredes color hueso, era perfecta.
Papá nos dejó pasar y oh dios mío, ¡Era la casa de mis sueños! Piso y paredes blancas, ventanas que daban a la calle y al jardín de la casa, muebles de madera y los sofás de color verde olivo, ¿Es este el cielo?- Oh papá, te luciste esta vez - Dije contenta llendo a abrazarlo siendo correspondida de inmediato.
- Bueno, tu madre me ayudó a escoger los muebles y eso, así que agradecele a ella - Dijo señalandola haciendo que yo fuera a abrazarla también a ella.
- Bien, mucho amor, es hora de comer así que iré a estrenar la cocina - Dijo mamá a lo que yo reí y avise que me iría a mi habitación.
Papá solo me dió las indicaciones ya que dijo que ayudaría a mamá con la comida así que subí yo sola y me quedé estática con solo ver la puerta, era hermosa, madera negra muy rústica a decir verdad, mamá sabía lo que me gustaba, entré a la habitación y era aún mejor, el piso era de azulejo negro y las paredes rojas al igual que mi cama, matrimonial con terciopelo rojo cubriendo el colchón, junto con almohadas que hacian juego, parecía de la época victoriana. El closet era prácticamente otra habitación solo que mucho mas reducida, yo no solia comprar ropa muy seguido, más bien la hacía, ya que era algo difícil conseguir algo de mi agrado. Había un baño y una regadera incluida en mi cuarto y eso no es lo mejor, a parte del librero y el tocador tenía mi propio balcón que daba vista al bosque detrás del jardín de la casa, amaba este lugar.
Me tumbe a la cama de lo más contenta pensando en las miles de posibilidades que habían en aquel lugar, amaba esto. Se preguntarán ustedes ¿No tenía amigas este bicho? La respuesta es si, pero solo eran más como compañeros escolares, debido a que casi nunca salía de casa ellos decidieron como "apartarme" de sus planes ya que no estabamos en sintonía, para ser sincera, yo prefería estar en mi casa con mamá o en cualquier otro lugar, pero con mamá.
Comencé a fantasear pensando en si encontraría a un Sr. Darcy y viviríamos felices por siempre, o a un Eli Moscowitz que me defienda, quizás a un Bucky Barnes que me trate como una princesa, ustedes saben. Estaba planeando mi boda en Pemberley hasta que escuche la voz de mi madre.
- Victoria, cariño, la comida está lista - Baje de inmediato, no me gusta hacer esperar. Me senté y mire a los adultos frente a mi.
- Pequeña, iniciaras las clases en dos semanas, ¿Tienes tus instrumentos aquí cierto? - Pregunto papá mientras dejaba un plato con spaghetti y pollo frente a mi.
- Sip, los traje todos, aunque no se para qué estudiar algo que ya sé - Respondí comenzando a comer.
- Victoria, ya hablamos de esto - Dijo mamá seriamente haciéndome bufar.
- Es eso o estudiar algo que nosotros eligamos - Dijo papá esta vez.
- Bien, estudiaré, ya no hablemos de eso - Concluí el tema, no me gustaba discutir con estos señores.
- Podemos ir mañana a conocer la ciudad - Comenzó a hablar mamá y tras planear el siguiente día yo me subí a mi habitación nuevamente dónde comencé a practicar con mi violín.
Llevaba desde los seis años tocando ya que desde pequeña anhelaba con tocar tan magnífico instrumento, pero conforme iba creciendo me llamaban la atención más instrumentos y así obtuve mis conocimientos en guitarra, flautin, batería, piano y violín, me encantaría cantar pero eso sí es algo en lo que no soy tan buena, no como quisiera.
Inventaba unas melodías que iba anotando en una libreta, adoraba escribir canciones.
- He is, he's the light whitout i can't live - Cante un poco pero no me convenció - Mmm no, no, He's the shining and the light without whom i cannot see - Esta vez si suena bien, lo anoté y descanse un rato, ya no se me ocurría nada más.
Comencé a hacer unos bocetos de unos diseños que tenía en mente, mamá hará una línea de vestidos de noche y tengo que ayudar. No me convencían los bocetos así que me tire en la cama un rato hasta que mamá me habló para cenar, termine y subí nuevamente a la habitación dispuesta a dormir, ya mañana me daría un baño.
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Last Chance
FanfictionApasionados por la música que tras un tiempo volverán a encontrarse.