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Una vez más se encontraba ahí, el clima era perfecto y no creía que hubiera un lugar más hermoso que éste.

El césped hacía cosquillas en sus pies desnudos, el canto de las aves le daba gran tranquilidad y aunque fuera un día soleado no sentía calor.

Escuchó que tarareaban una dulce melodía, la cuál podría reconocer en cualquier lugar, era la voz del joven de sus sueños. Buscó de dónde provenía, pero no encontró nada ni a nadie.

A lo lejos divisó un gran árbol y sin duda fue hacia él esperando encontrarse con algo, o con alguien.

Mientras caminaba en dirección a aquel que parecía ser un gran y lindo duraznal floreciendo , la voz se hacía más fuerte, pero seguía siendo igual de dulce.

Al llegar lo vio, su silueta se veía tan frágil bajo ese árbol, la corona de flores que adornaba su cabeza combinaba perfectamente con el color de su cabello, a la vez que lo hacía parecer un niño y su voz era como un canto de los mismos Dioses.

-Hola Yoonie- escuchó y una sonrisa se formó en su rostro. El joven de cabello rosa lo saludó e invitó a acercarse, logrando que su corazón diera un vuelco.

-Hola- dijo mientras se sentaba a su par tratando de ocultar los sentimientos que le ocasionó al ser llamado de esa forma. Al tenerlo así de frente logró percatarse del peculiar brillo que adornaba en sus ojos que lo hacía perderse, tenía un tenue color rosa como el de su cabello, era algo que lo hacía especial, sin duda que lo era. -Eres hermoso- dijo en un susurro, lo cuál llegó a los oídos del otro haciendo que éste se sonrojara levemente.

Cuando el menor se percató que llevaban bastante tiempo viéndose directamente a los ojos y con ambos perfiles casi juntos, desvió la mirada y se retiró avergonzado, cubriéndose el rostro con sus pequeñas manos.

-Lo siento, no quise incomodarte- dijo Yoongi tratando de disculparse a lo que él respondió mostrándole un lindo eye smile y levantándose de dónde se encontraba.

-No te preocupes, es que todo me resulta extraño, eso es todo- Le dijo reprendiéndose por su actitud.

-¿Extraño?- Le preguntó Yoongi con una ceja levantada mientras se ponía de pie- Perdón, supongo que creerás que soy un viejo acosador o algo por el estilo, pero es verdad lo que dije, aunque me imagino que estás acostumbrado a que te digan cosas como estas todo el tiempo.

Él no respondió, sonrió y simplemente le hizo señas para que lo siguiera. Caminaron un tiempo, escuchando a lo lejos un arroyo.

-Diablos, esto es demasiado perfecto para ser real- Dijo Yoongi rompiendo el cálido silencio que había entre ellos y purificando sus pulmones con el aire fresco.

-Lo es, aquí los colores ni nadie puede laatimarme- Dijo en un susurro inaudible para el otro

-Aunque es increíble, pareciese un lugar digno de admirar, pero no nos hemos encontrado con nadie.

-Nadie viene aquí, excepto tú.- Interrumpió el peli rosa.

-¿Cómo?- Preguntó confundido.

-Lo que escuchaste- le dijo volteando a verlo con ojos cristalizado. -Nadie ha podido venir, solo tú.

A Yoongi le pareció raro, pero no quiso indagar más para no ponerlo incómodo.

-Cambiando de tema- Dijo, llamando la atención del pequeño- ¿Cuál es tu nombre?

-Oh, lo siento, creí habértelo dicho la vez que nos conocimos, mi nombre es Jimin.

Ese sin duda era un nombre que le quedaba bastante bien, le transmitía calidez a su corazón y creía que sin duda él era un ángel...

-Mucho gusto Jimin, es un gusto poder conocerte- Dijo, mientras lo veía a los ojos y le besaba el dorso de la mano.

-¡Oye! No es necesaria tanta formalidad- Dijo mienteas alejaba su mano, que temblaba ante el tacto del otro- pero me halaga tu sinceridad.

En ese instante empezó una leve brisa que indicaba que llovería muy pronto.

-Creo que debes irte, Yoonie. Pronto empezará a llover y se hará tarde.

El mayor lo miró confundido, no entendía a lo que se refería.

-¿Tarde para qué?, ¿Irme? Pero no quiero hacerlo a demás te quedarás solo y no sé cómo me iré, es más, ni siquiera sé cómo llegué.

-Créelo, lo entenderás, solo no olvides- Le contestó mientras le daba un dulce beso en la mejilla.


•🌱🍑🌱•

-Beep~ Beep~

El sonido de la alarma lo había despertado, sacándolo de su ensoñación. Sentía como si un camión lo hubiese arrollado cien veces, y no exageraba.

Su cachorro lo terminó de despertar y lo saludó como todos los días.

-Hola bebé- le dijo mientras acariciaba su pancita. -¿Tienes hambre? Porque papi sí.

Se levantó y fue directo al baño a lavarse la cara, pero al hacerlo sintió cosquillas en una de sus mejillas. Pareciera como si su cuerpo recordara algo que su cabeza no. Se vio al espejo y todo volvió a su mente; el paisaje, aquella voz, ese cabello, ese dulce rostro y en especial aquel nombre.

-Jimin~- repitió para sí mismo. Parecía tan real, pero debía aceptar que simplemente era un sueño sin más y se metió a bañar logrando que su cuerpo se relajara.

Al salir del departamento tomó su abrigo y en ese momento cayó la tarjeta que aquel extraño hombre le dio. La levantó y leyó nuevamente, pero está vez no sintió miedo, extrañamente su corazón estaba inundado de paz. Sentía que hoy sería un buen día y le rezaba a la Diosa que así fuera.

Optó por caminar al trabajo, aunque odiara hacerlo, pensó que sería una buena forma de empezar el día.

Se sentía feliz al haber vuelto a soñar con aquel ángel que en poco tiempo se había convertido en su musa.

Un sentimiento de felicidad lo inundó, pero no duró mucho, ya que algo grande se aproximaba, y él no estaba preparado.

💫💜🌙

Hola mis amores, Luna reportándose ^^.
¿Cómo han estado? Espero que bien uwu.
¿Notaron que pasamos las 80 vistas? 👀
Significa mucho para mí. Escribo por diversión y para alejarme del mundo exterior y me alegra que hayan personas que leen lo que escribo :3.
Muchas gracias de verdad ♡, espero verlos en el próximo capítulo. Los amo, cuídense y tomen agua uwu.
☆ Bye ☆

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