Pero aún así ella se acercó a él y le dejó un beso en sus labios, un piquito.
-¿Por qué?- preguntó por lo bajito. - ¿Tenías pensado otra cosa?
-Yo tengo pensado muchas cosas, ¿por qué no preguntás algo más específico?- Ahora sus labios estaban rozan...
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***
—Y viste que es todo un tema—, Sasha comentó mientras tomaba su mate hasta que hizo ruido. —Che, como pican estas hormigas de mierda— se sacudió las piernas con las manos quitándose el pasto y hormigas que se le subían.
—Vos querías venir a Vicente López, no me rompas las pelotas. —Mikasa agarró el mate y lo llenó de agua caliente, miró la bombilla e hizo una mueca de asco— Sasha sos una mugrienta, me dejaste la bombilla llena de bizcochitos. —Agarró una servilleta y comenzó a limpiarla, luego tomó el mate.
—Bueno che, siempre quejándote, disfrutá el aire fresco, mirá que linda el agua.
—Sasha, lo único bueno de acá es el olor a choripan, el agua está re mugrienta y ni en pedo bajas a las piedras.
—A ver, ¿si no te sacaba a tomar aire qué ibas a hacer?
—Dormir, escuchar música, capaz y clavarme una paja.
—¡La puta madre, tenés que salir a tomar más aire!— Sasha hablaba tan alto que las otras personas sentadas cerca la miraban de manera rara.
—Dejá de gritar pedazo de loca… Ay no quiero hacer más mate, hacelo vos. —Y dicho eso Mikasa se recostó sobre las piernas de su amiga, agarró su celular y se puso a ver las redes sociales, no había nada nuevo o relevante para ella. —¿Te parece dar una vuelta? Digo, para ver qué más hay por acá.
—Me parece que hay grupos chicos de música, capaz y te interesás por algo.
Después de tomarse unos mates más, guardaron el mantel en la mochila y caminaron con el termo en la mano, iban a seguir tomando mientras caminaban tranquilas. Y sí, claramente Sasha tenía razón, Mikasa se había interesado en un grupo que estaban cantando covers, había tres chicos y una chica. Uno rubio tocaba la batería, uno con una barba apenas notable y pelo un poco largo peinado hacia atrás tocaba el bajo, la chica rubia tocaba la guitarra, y por último uno que le parecía atractivo a Mikasa, tenía pelo largo hasta los hombros, ojos verdes, piel un poco morena y era el vocalista. El grupo tocaba Prófugos de Soda Stereo.
Y fue un momento muy extraño, demasiadas ficciones en un momento real, Mikasa mirando a los ojos verdes del chico, él mirándola a ella, fueron solo unos segundos, pero se sentía eterna la tensión que lograron tener en cuestión de tan poco tiempo. Y PAM, aquel chico le guiñó el ojo. Sasha notó eso y se giró para ver a Mikasa con un leve sonrojo en sus orejas yendo hacia sus mejillas.
—Miki, jodeme que se te dió. —Chillaba su amiga mientras que Mikasa prestaba más atención a la canción que a la castaña.
Apenas terminaron Prófugos, la rubia de la guitarra comenzó con el ritmo de Bajan , la canción del flaco Spinetta, una de las favoritas de Mikasa, pero el vocalista se giró hacia la guitarrista y le murmuró algo, ella con una cara de culo—que tuvo durante toda la canción anterior—, comenzó a tocar Flaca, canción de Calamaro. Él miró a Mikasa con una sonrisa y nuevamente le guiñó el ojo, antes de comenzar a cantar habló;
