Me levanto de mi cama luego de que mi padre me diga que coma, camino hasta llegar a la cocina y abro la nevera, saco una manzana y la muerdo.
-¿De verdad la vas a comer?
Rápidamente escupo lo que tengo en mi boca y dejó la manzana a un lado y camino a la sala; saco la pesa y me subo. "72.4 kg" es lo que muestra, me bajo y la guardo para luego caminar hacia la cocina y botar la manzana.
Me siento en el piso y empiezo a llorar mientras me regaño los brazos y pienso que debo hacer.
¿Buscar ayuda? Quizás
¿Dejar de comer? Me hará mal
¿Tal vez deba.....
No!Me levanto del piso y veo la cocina echa un desastre, me seco las lágrimas y me pongo mis auriculares, le subo el volumen a lo máximo donde ni mis propios pensamientos puedo escuchar y empiezo a limpiar.
Hoy no será.