capítulo uno.

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Así que nuestro amigo ojiverde tuvo que arreglárselas sólo, hasta que su querida hermana se mudó a la ciudad y ofreció su ayuda a su hermano. 

Su hijo era su vida, había tratado de volver al juego de las citas pero las y los Omegas que llegó a conocer no estaban dispuestos a unirse a su familia de dos. Así que Chan se dio por vencido antes de herir el orgullo de su Alfa. 

꒰ 🌸 ꒱

Al día siguiente Chan despertó más temprano que nunca a Yeonjun que no estuvo alegre con este cambio. Un puchero en sus pequeños labios estaba bien formado desde que lo había comenzado a vestir. 

Después de desayunar y bien abrigados ambos, subieron al autobús para ir a la oficina donde Chan trabajaba. Yeonjun se quedó dormido, cosa que Chan agradeció, la gente del colectivo lo miraban extrañados. Un Alfa llevando a su cachorro a la oficina. 

— ¿Qué hace el aquí? — Preguntó Hyunjin señalando a Yeonjun. 

— Nadie más podía cuidarlo.

— Tienes una junta Chan, ¿qué te pasa? — Bang se descolgó la mochila de su niño y la puso en el escritorio de Hyunjin. 

— Cierto, aquí tienes — Le pasó al niño y Hyunjin lo cargó sin más opción — Si despierta dale el oso azul de su mochila, no tardo.

— ¡Chan! — Gritó en una clase de susurró para no despertar al niño. El Alfa sólo corrió hacia la sala de juntas. 

Afortunadamente Yeonjun no despertó hasta que estaba acostado en el sillón de la oficina de Chan y este estaba ahí. El niño se la pasó corriendo de un lado a otro sin salir de la oficina. Comieron un sándwich de la cafetería a la hora del almuerzo. 

Hubo un momento, donde Chan tuvo que salir tres segundos a dejar unos papeles en el escritorio de Hyunjin, el pequeño Yeonjun salió de la oficina de su padre y fue a explorar el lugar. Una Omega le dio una galleta cuando fue a la sala de descanso, el niño le sonrió y salió de la sala. Caminó hacía donde creía era el camino a donde estaba su padre. 

En esos momento todo el piso de  Chan buscaba a un pequeño que andaba suelto. El niño se escondía jugando a los espías mientras iba a la oficina de Chan, entonces el niño sé estrelló contra una pared y cayó al piso, su cabeza rebotando por el golpe, provocando que el niño se desmayara unos segundos. 

Al despertar estaba en los brazos de su padre quien corría por la calle. El niño empezó a reír debido al movimiento. Chan sabía que su cachorro estaba despierto, pero debía asegurarse de que nada hubiera pasado. 

Así que fueron a la sala de emergencias, siguieron a la enfermera hasta estar en el cuarto número tres. Bang trataba de controlar su aroma, pero su Alfa estaba completamente alterado por su cachorro. 

Un Omega deslizó la puerta corredora entrando al cuarto, tenía puesto un uniforme rojo, leía los papeles que Chan había llenado al inicio. Levantó la cabeza y le sonrió a Yeonjun. 

— Hey cachorro — Dijo alegremente — ¿Así que te diste un golpe en tu cabeza cierto?

— Si — Chan trató de concentrarse en su cachorro pero no podía dejar de ver los ojos azules del médico. 

— ¿Quieres jugar un juego? — El niño asintió — Bien, mi nombre es Lee Felix, ¿puedes decirme el tuyo?

— Bang Yeonjun. 

— Okay Yeonjun, ¿ves está lucecita? — El niño asintió viendo la pequeña lamparita que Felix sostenía — ¿Puedes seguirla con tus ojos?

Chan vio como el objeto se movía lentamente de derecha a izquierda, de arriba a abajo, en diagonal. Los ojos de su cachorro seguían atentos la luz. 

— Bien hecho — Dijo el Omega haciendo sonreír a Yeonjun — Ahora, ten estás pelotitas, una en una mano y la otra en la otra mano — El niño lo hizo — ¿Puedes apretar la azul? — El niño lo hizo — ¿Y podrás apretar la roja? — También lo hizo — Pero que niño tan inteligente — El cachorro rió tímidamente. 

Felix anotó algo y volteó a ver al padre del cachorro por primera vez. Sintió una presión en su pecho cuando sus ojos se conectaron con los verdes esmeraldas de Alfa. Aclaró su garganta antes de hablar. 

— Él está bien, los niños resisten demasiado, tuvo una contusión, sus pupilas estaban demasiado dilatadas, no lo deje dormir por un par de horas.

— ¿Él está bien entonces?

— Si, él está bien, siempre podemos sacar tomografías si quiere, pero no es necesario en niños, aún así me gustaría que tomará este jarabe solo por sí presenta mareos — Le dio la prescripción al Alfa. 

— Gracias — Chan tomó la hojita. 

— Para eso estoy aquí — Se volvió hacia el cachorro — Hey, tengo un premio para ti por ganar el juego — Fue a una de las vitrinas y sacó un bote con paletas de varios colores — ¿Qué color quieres?

— Azul — Felix tomó una paleta color azul y se la dio al niño quien sonrió ampliamente antes de lamer el dulce. El Omega sonrió y vio a Chan una vez más. 

— Daré estos papeles y una enfermera les dirá cuando puedan irse — Chan asintió — Esta es de mi parte, no le digan a mi jefe — Sacó una paleta roja y se la dio al Alfa, después dejó el frasco en su lugar y se despidió del pequeño antes de salir. 

No había sido mucho, no había sido nada, pero el pequeño tuvo una idea, él sabía que las princesas en las películas tenían un momento con los príncipes donde sus ojos brillaban, él vio ese momento entre el Omega bonito y su papá. Su misión como espía era ayudar a su papá.

꒰ 🌸 ꒱

obra original Fanks_Luv.
abstenerse de copia mi versión.

puppy › chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora