A la mañana siguiente, al primer instante en el que abriste los ojos miraste el rostro de Hanma muy cerca del tuyo, analizaste su rostro y soplaste en su nariz, este se despertó y tú volviste a cerrar los ojos, el mayor te miró, sonrió de lado y comenzó a hacerte cosquillas.
Hanma;; ¡Ya se que fuiste tu, pequeña mentirosilla!
Comenzaste a reír y quitaste las manos de Hanma.
____;; ¡Ya, ya, ya! Lo siento
Dijiste entre carcajadas, este paro pero te miró por un rato, tu lo miraste con una ligera sonrisa.
____;; ¿Ocurre algo?
El mayor negó.
Hanma;; Solo admiro lo bonita que eres
Soltaste una ligera risa y lo empujaste ligeramente, te levantaste rápido.
____;; ¡Vamos a desayunar! Me muero de hambre~
Saliste rápido de la habitación, Hanma se levantó de la cama y caminó con tranquilidad, en cambio tu parecías un remolino, bajaste corriendo las escaleras, por poco te caias pero seguiste corriendo hacia la cocina, antes de entrar esperaste a Hanma para no verte mal educada.
No pasó mucho para que este estuviera a tu lado y así ambos entraron a la cocina.
Hanma;; Buenos días a todos, espero el desayuno ya esté listo para mi y mi esposa
Te miró con una sonrisa, levantaste la mirada para verlo y dedicarle una dulce sonrisa, volviste a dirigir tu mirada a los cocineros los cuales estaban en fila a un lado de las mesa.
Sirvienta;; Claro que sí señor, sabemos que ahora hay una integrante más en esta mansión y por eso prepararon deliciosa comida para ustedes dos
Ambos se sentaron en la mesa y comenzaron a comer, cada cierto tiempo preguntaban si estaban bien, tu decías que si pero Hanma pedía mil cosas cada que preguntaban, no le tomaste mucha importancia y terminaron su desayuno bien. Se levantaron y salieron de aquel lugar, Hanma te tomó de la mano para que caminaras a su lado hasta la habitación. Entraron en esta y se dirigieron hacia el armario.
Hanma;; Tienes tu propio espacio de ropa, hay mucha ropa que mande comprar solo para ti
Ambos se miraron y le sonreiste.
____;; Muchas gracias~
Comenzaste a ver la ropa y tomaste un vestido junto a un par de zapatos, te diste la vuelta y caminaste hacia un pequeño cubículo que había en aquella habitación, te quitaste tu pijama y te cambiaste. Saliste y comenzaste a arreglarte frente al tocador, Hanma aún se seguía arreglando por lo que te tomaste tu tiempo. Cuando este terminó, fue hacia donde estabas y se quedó detrás de ti.
Hanma;; ¿Ya te dije lo linda que te ves hoy?
Dijo con una sonrisa, te giraste para verlo y le sonreiste.