XXXV

177 28 0
                                    

A pasado un mes y  afortunadamente nadie nos ha atacado, pero eso también nos tiene en alerta, seguramente ella piensa atacarnos esperando a que no estemos a la defensiva.

Jimin y yo hemos sido lo más discretos posible, ya que estamos en el infierno. El rumor se extendió rápido y es obvio que a muchos no les agrada la unión de un ángel y un demonio, menos cuando Ate hizo lo mismo y mucho menos cuando ella es mi madre, piensan que puedo tener las mismas reacciones que ella, me comparan y eso está comenzando a molestarme.

Papá después de ver lo que pasaba, sugirió una idea, pero debía preguntar antes a los señores, incluso a los arcangeles.

Jimin y yo no teníamos ni idea de lo que mi padre decía, así que solo esperamos a que él hablara.

Él llegó un día diciendo que su idea fué aceptada.

¿Su gran plan?, que Jimin y yo vivamos un tiempo en el mundo humano, solo hasta que todo se arregle y puedan ser un poco más tolerantes.

Y aquí estamos ahora. En un auto hacia los suburbios dónde mi padre pudo conseguir una casa y pasar desapercibidos. Lo curioso, es que en ese mismo lugar hay angeles, aquellos que se escondieron desde la batalla. Lo descubrió mi padre, ya que no hizo un hechizo de apariencia y unos cuantos angeles lo reconocieron.

–Aquí es, espero te guste–, dice mi padre mientras los tres bajamos del auto, –Es pequeña pero es perfecta para ustedes–

–Me encata, me gusta mucho papá–, digo y corro a abrazarlo, –Gracias–

Jimin carraspea y finge estar entretenido bajando cosas de auto.

–Vendré de vez en cuando, traten de no salir mucho, solo en caso de ser necesario. Tu hechizo de apariencia aún deja ver tu verdadero rostro–, me acaricia la mejilla

–Lo sé, pero por el momento tenemos todo lo que necesitamos–, digo y después ayudamos a Jimin a llevar algunas cosas.

Cuando por fin terminamos, mi padre se despide de nosotros, no sin antes amenazar a Jimin.

–Cuidala, si no, yo mismo te saco la cabeza–

Jimin ríe por la broma.

Solo que...papá no es muy bromista.

Mi padre se va y nosotros entramos a lo que será nuestro hogar por tiempo indefinido.

–¿Quieres comer al...

No me deja terminar pues ya me está besando.

Yo le correspondo, por fin podemos estar con algo de libertad, el hechizo de apariencia nos ayudará mucho estando en la tierra.

–No es el castillo, pero al menos estamos juntos–, me dice una vez que dejamos de besarnos

–La casa está bien, y la compañía aún mejor, con eso me basta–, le digo dandole un pequeño besito

–Cuando todo esto termine, podremos hacer una vida bien, y si aún es incómodo, podríamos vivir aquí–

Me sorprende y al mismo tiempo me emociona. El hecho de que Jimin esté pensando en tener una vida juntos me hace sentir bien, puedo imaginarnos a los dos, sentados en nuestro jardín, viendo las calles del vecindario, saludando a los vecinos, tal vez adoptamos una mascota, un gato, no, mejor un perro

–El perro me gusta más–, me dice

–¡No hagas eso!. Ahora que todos pueden leerme es abrumador–, me recargo en su pecho

–Yo lo hago desde que te conocí–, lo observo fijamente, –Solo en ocasiones y cuando tenía contacto contigo–, se justifica

Veo sus bonitos ojos, paseo mi mirada por todo su rostro, es hermoso, y saber que estamos juntos me hace felíz.

𝕃𝕀𝔾𝔸𝕄𝔼ℕ (Resubida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora