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Me levanté para darme una ducha, sali con mi cuerpo envuelto en una toalla y busque en mi armario para ponerme algo e irme a la oficina, baje las escaleras y me fui directo a la cocina para poder hacer el desayuno.

El departamento que había elegido era de dos plantas, en la parte baja se encontraban la cocina junto con la isla del desayuno y una mesa, al lado estaba la sala con dos grandes sillones blancos en forma De "L" y una linda tele, cuarto de lavado y por último el garaje. Y en el pido de arriba sólo estana mi cuarto y el de Juli, todo el departamento estaba pintado y decorado con colores oscuros ya que las paredes que daban hacia el exterior eran de cristal.

Después de algunos minutos cocinando, todo estaba preparado.

--¡Julián!, ¡Julián move tu culo que el desayuno ya esta listo!-- dije poniendo el desayuno sobre la isla.

Una chica se levantó del sillón con el pelo revuelto y el maquillaje debajo de los ojos muy corrido, al principio me asusté pero después me acordé de mi... activo compañero de casa, por llamarlo respetuosamente de alguna manera.

--¡Julián!-- grité mientras me sentaba y le daba un sorbo a mi taza de café, sin duda no iba a comenzar el dia así sin algo de cafeína en mi sistema.

Juli bajo las escaleras tomándose la cabeza.

--¿Qué pasa?, ¿Por qué tanto alboroto?-- preguntó él cínico.

--Llevala a su casa para que se arrepienta de sus pecados-- mire a la chica.

Y ella me miraba furiosa, ¿Qué?, ¿acaso esperaba que la invitará a desayunar y nos hiciéramos amigas?

--Perdón querida, pero no dormir en tu casa tiene consecuencias.

Odio que después de que Julián se las tire las deje en el sillón y se vaya a dormir muy tranquilo como si fueran cosas, no le gustaba que nadie suba a su habitación, ni que tampoco entren, pero he entrado y para salvarle la vida de sus comas etílicos, a parte de que es una regla que establecemos, "nada de gemidos en la parte de arriba", odiaba que se quedarán las chicas pero a veces sentía lastima, sentia, tiempo pasado, ahora ya no. Después que se levantan empieza su rol de "yo no he agarrado ni una gripe" y cuando están hablando con Julián se enroscan el pelo y hablan como si fueran criaturas, mientras que yo los veía se me salía un eructo para aligerar la tensión, bueno, y mi organismo. La verdad me caen mal, se degradaban mucho, todos en este planeta sabíamos que una relación con Juli era sexo y nada más, pero las chicas se ilusionaban o tal vez tenían un trauma cerebral que le impedía pensar.

Lo sé, hablo muy mal de las chicas que se acuestan con Juli, pero ellas saben a lo que se enfrentan, él se los dice muy claro y a ellas parece importarles un pepino, así que, si a ellas les importa un pepino pues a mi tambien.

Juli sacó a la chica del departamento mientras ella gritaba insultos.

-- Si, gracias querida-- otro insulto--. Ah no me llevo con mi madre-- dije sonriendo y despidiéndome con la mano.

Mi amigo cerró la puerta atrás de él.

--¿Por qué sos así?-- dije mirándolo.

--¿Así como cata?

--Así, te las tiras y las dejas ahi en el sillón, mientras que vos dormís en tu cama.

--¿Querés que la suba a mi cama?-- Dijo extrañado--. Sabes que no subo a ninguna chica a mi cama.

Suspire profundamente para encontrar paciencia y no tirarle un plato en la cabeza.

--Lo único que quiero es que después de tirartelas las lleves a su casa.

Viviendo con mi mejor amigo (Julián Álvarez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora