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Narrador Omnisciente

–Cariño abre la puerta...– Pronunció D*** con un tono aparentemente amable, observando la puerta del cuarto donde se escondía su Esposo.

–T.. Te.. te p..prometo que no volver... volveré a... a hablarle– Pronunciaba James con voz entrecortada, debido a la falta de aire provocada por desesperacion de ocultarse de su esposo.

– Haberme la puerta... ¿Sí? –

 Lo pensó por un momento... esta situación es la primera ni sera la última, y con tal experiencia encima, sabía que si abría la puerta todo acabaría más rápido, su dolor acabaría pronto, le quitó el cerrojo a la puerta y lo dejo entrar sintiendo el miedo recorrerlo de pies a cabeza.

Y en ese momento... Despertó...

Se sentó en la cama tratando de controlar su respiración erratica mientras sentía como algunas lágrimas aun corrían por su rostro.

" ¿Por qué mierda me sigue pasando? " Se pregunto internamente.

– ¡Gustabo! – Entro Horacio gritando el nombre de su hermano. 

El moreno se encontraba en la cocina preparando su desayuno cuando escucho los sonoros sollozos de Gustabo en la otra habitación.

 – ¿Qué paso? – Pregunto un poco más calmado.

– Na... Nada Horacio... Tranquilo– Respondió mirando a su hermano, cayendo en cuenta de sus pintas ante el moreno, se quito rápidamente las lágrimas de su rostro.

–Soñaste con? ...- La pregunta murió sus labios gracias a la mirada de Gustabo ante sus palabras.

–Debe ser por esta fecha Horacio, no es anda importante– Hablo con algo de nostalgia en su voz, recordando rápidamente lo que habían vivido aquel día 18.

–Seguro que...– Hizo una pausa, suspiro y retomo su pregunta– ¿Seguro que estás bien? – Pregunto nervioso, el de ojos bicolores sabía que el tema aún era sensible para el rubio, aunque este fingiera que no.

–Si Horacio... Si- El rubio afirmo "seguro", tratando de mostrarse indiferente ante ese Tema, con el fin de despreocupar a Horacio– Anda vístete, si llegamos tarde de nuevo, Conway nos va a aporrear– Trato de hablar animado, aunque su apariencia gritara lo contrario. 

Se levantó de la cama rápidamente, empujando discretamente al moreno fuera de la habitación para después cerrar la puerta.

Horacio se quedó ahí durante unos segundos, mientras que un dolor en su pecho se presentaba, y es que le dolía el sufrimiento de su hermano como si fuera el propio.

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"Fred" y "Dan",  como todos los conocían en comisaria, llegaban a la armería para recoger el armamento reglamentario para así iniciar su jornada laboral,  el de capucha rosa hundido en su mente, mientras que Horacio le hacía chistes que pudieran sacar a Gustabo de su tortura portátil, su mente.

–Buenos días, Capullos– Saludo el Superintendente al entrar a la armería, solicitando su reglamentaria.

–Buenos días- respondió seco terminando de equiparse–Vamos a la patrulla Dan– 

–Quédate Dan, quiero hablar contigo – Mando firme el mayor de los presentes, haciendo que Gustabo bufara.

–Joder... Te espero afuera– Dijo para así retirarse de la sala.

Todo Tiene Un Porqué (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora