Capitulo 1

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"Después de la tormenta"

y ahí estaba Thom... acostado entre hierbas húmedas, con el sonido de la lluvia cayendo suavemente y las gotas empapando su rostro.

Seguía dormido... soñando bajo el cielo gris de una mañana del 4 de octubre.

Soñando que nunca pasó nada... ni la pelea del verano... ni el accidente en el estacionamiento... ni lo de la noche anterior... nada.

Yacía plácidamente acostado en una cama hecha de pasto crecido, con la ropa cubierta de sangre... sangre húmeda... sangre de alguien que él conocía muy bien.

Su brazo comenzaba a empeorar por el clima tan mojado. La herida de su hombro derecho se había infectado.

Después de haber dormido unas cuantas horas, despertó al fin.

Abrió los ojos y lo primero que vio fue un techo de hojas creado por la unión de varios árboles. Las hojas se mecían lentamente con la helada briza que se escabullía entre las ramas.

Pequeñas grietas grises se asomaban entre los árboles, amenazando con destrozar la tierra y a sus habitantes con ella.

Thom se mantuvo unos minutos pasmado, observando hacia el cielo. Acostado. Tenía los parpados entreabiertos y no recobraba la razón aún.

Un dolor punzante se adueñó de su brazo. Esto hizo que recobrara la razón y se diera cuenta en donde estaba.

Thom expulsó un leve quejido de dolor, pero se ahogó en el vacío de su mente.

Abrió los ojos en su totalidad y una oleada de recuerdos atravesaron su mente como un tren bala.

Se incorporó sobre sí. Otra punzada de dolor le recordó que seguía herido. Volvió a quejarse.

Se tocó la herida con la mano izquierda. Seguía sangrando. Observó sus dedos. Después, dirigió su mirada a su pantalón. Estaban teñidos de ese líquido carmesí que comenzaba a tornarse café oscuro.

--mierda...--Susurró con voz ronca, exhalando.

El cabello le caía por la frente terminando en sus cejas. Parecían raíces oscuras de un viejo árbol...

Observó al frente, al horizonte.

Una sensación de terror le recorrió todo el cuerpo al escuchar las sirenas policiacas acercándose a lo lejos.

--MIERDA! ---Exclamó, con una expresión de profunda preocupación.

Se puso de pie con mucha dificultad. El dolor (que aún seguía presente) había sido ligeramente aminorado por la bestial adrenalina que le recorría por las venas. Comenzó a correr, abriéndose paso entre los árboles.

"¿Cómo carajo llegué aquí?" pensaba mientras corría con rapidez.

Su respiración empezó a acelerarse. Tenía dificultad para respirar, y jadeaba con cada paso que daba.

Tenía que escapar de ahí lo antes posible, si no, le esperaba una lujosa vida tras las rejas.

Recordó la cara de aquella persona... esa mirada de tristeza, una tristeza abismal. Una mirada que jamás se borraría de su mente.

-- ¿Por qué? – dijo una voz en su mente, la voz de esa persona que ya no estaba en el mundo terrenal.

La voz hizo eco en todo su ser y las lágrimas comenzaron a descender por sus descoloridas mejillas.

--El ya no está más con nosotros, Tommy—surgió otra voz en su cabeza. La voz parecía venir del rincón más recóndito de su memoria.

De un lugar muy oscuro...

Era el. El sujeto.

Aquel sujeto que había sido el causante de todas las desgracias.

Thomas siguió corriendo hacia la misma dirección, mirando detrás suyo, hasta que, sin darse cuenta, el río Doel apareció frente a él.

No pudo frenar a tiempo y cayó los tres metros y medio que el río Doel tenía de profundidad.

El hombro izquierdo, el que no sangraba, recibió todo el impacto de la caída y Thom rodó dos metros más.

Al haber llegado al fondo, gritó con furia y dolor. Cerró los ojos para intentar no sentir el ardor que su carne recién desflorada traía consigo.

No funcionó.

Se quedó inmóvil por unos segundos, eternos segundos.

De nuevo, se puso de pie adolorido... roto.

Caminó hacia el puente, jadeando, frunciendo el ceño, confundido.

No sabía que estaba pasando exactamente.

Estaba perdido; solo. Con el profundo dolor y la afilada tristeza como únicos acompañantes.

La lluvia comenzó a intensificarse con relámpagos aterrizando en horizonte, detrás de las montañas.

Llegó debajo del puente y con delicadeza se sentó, cubriéndose la herida de su hombro recién herido.

Sentado, en la nada de la existencia, dio un corto suspiro que poco a poco se convirtió en un impotente llanto. Un llanto débil de una persona derrotada que no tenía lugar a donde ir.

No había vuelta atrás, ya nada se podía remendar. La muerte era lo único de lo que Thomas estaba seguro. La soledad era un destino de donde no podía escapar.

El vacío lo encontraría y lo arrastraría hasta sus desoladas llanuras.

No importaba a donde fuera, donde se escondiera, él lo encontraría.

Se cubrió la boca para evitar llamar la atención de algún inocente con su llanto. Sus ojos estaban inundados de amargas lágrimas y un olor a sangre penetraba en lo más profundo de su corazón. Era la muerte de su alma...

La lluvia no cesó duranteun largo tiempo.

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⏰ Last updated: May 01, 2022 ⏰

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"La caída de Randy Towers"Where stories live. Discover now