𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄 𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑𝐒

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Observó por quinta vez la ventana de su habitación, estaba amaneciendo; y a pesar de estar completamente exhausta, no había podido pegar ni un ojo en toda la noche, siempre que intentaba dormir, miles de escenarios pasaban por su mente, haciéndole...

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Observó por quinta vez la ventana de su habitación, estaba amaneciendo; y a pesar de estar completamente exhausta, no había podido pegar ni un ojo en toda la noche, siempre que intentaba dormir, miles de escenarios pasaban por su mente, haciéndole imposible poder dormir. Se sentía vacía, estaba cansada de tanto llorar, podía sentir el rastro de lágrimas secas por su mejilla, la presión en su pecho había desaparecido al igual que todas sus energías.

Suspiró dolorosamente y sintió sus párpados pesar por primera vez en dos días, lentamente se dejó arrullar por el trino de las aves que rondaban los árboles de los alrededores, su respiración se volvió más lenta a medida que se iba durmiendo, hasta finalmente caer rendida ante los brazos de Morfeo.

Suspiró dolorosamente y sintió sus párpados pesar por primera vez en dos días, lentamente se dejó arrullar por el trino de las aves que rondaban los árboles de los alrededores, su respiración se volvió más lenta a medida que se iba durmiendo, hast...

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Un ruido sordo la despertó asustada, dio un salto hasta sentarse en su cama y miró hacia ambos lados en busca de lo que pudo haber causado aquello. Sus ojos se posaban en cada pequeña cosa que había en su habitación hasta finalmente parar en la figura de un muchacho que tanto conocía, quién sostenía un ramo de flores blancas.

—Lo siento, te desperté —se disculpó mientras se acercaba a ella y cerraba la puerta tras de sí.

—¿Suguru? —Preguntó refregándose los ojos con sus manos, ¿Acaso estaba alucinando?

—¿Por qué lloras, Sho? —Cuestionó el masculino con el entrecejo fruncido y una mirada de preocupación, mientras frenaba justo frente a su cama, dejaba el ramo de flores a un lado de ella y acariciaba su mejilla con ternura.

¿Llorar? Era cierto, podía sentir las cálidas lágrimas recorrer su rostro hasta perderse en alguna parte de su cuello.

—Si eres tú -susurró—, te extrañé mucho —declaró la castaña mientras se ponía rápidamente de pie y lo abrazaba con fuerza—. ¿Por qué me dejaste?

—Lo siento —con uno de sus brazos la atrajo aún más hacia su cuerpo, mientras su otra mano descansaba sobre la cabellera de la muchacha—, no fue mi intención abandonarte de esa forma.

—No vuelvas a irte así, creí que nunca más te vería —su voz se quebró, cerró los ojos, dejando que las lágrimas, que se seguían acumulando, cayeran lentamente por sus mejillas-. Me sentía tan sola.

—Siempre estaré contigo, aunque no me veas —susurró con su voz suave y tranquilizadora.

Los sollozos de Ieiri hacían eco en su habitación, la sobrecarga emocional que sentía lentamente se desvanecía en el aire, los brazos de Geto eran su lugar seguro, el lugar más cálido que había conocido, tan confortante y cómodo, quería fundirse en él, no quería alejarse ni medio centímetro, quería aferrarse y no soltarlo jamás, porque sabía que si lo hacía, quizás nunca más lo volvería a ver.

—¿Te quedarás? —Preguntó sin querer despegarse de su lado.

—Sabes que no puedo —habló acariciando su cabello.

—Pero estás aquí ahora —razonó.

Un nuevo sonido volvió a oírse llamando su atención, volteó a ver la ventana de su habitación molesta e intentando descifrar de dónde provenían esos ruidos.

Sus ojos se abrieron completamente sorprendida y aterrada por lo que estaba viendo, una enorme ballena azul paseaba por los cielos, moviéndose con facilidad entre las nubes.

—Sho, tú sabes que esto no es real.

—¿Qué? —Cuestionó mirándolo a los ojos— ¿De qué me hablas, Suguru?

—No olvides que te amo —susurró contra sus labios, para finalmente sellarlos en un beso, un beso el que ella no pudo sentir.

Su cuerpo se levantó de golpe y sus ojos se abrieron, su respiración estaba demasiado acelerada al igual que su pulso. Tomó su teléfono celular desesperada y miró la hora, diez treinta de la mañana, sus ojos se fijaron en su fondo de pantalla, era una foto de ella con Suguru mientras fumaban y Satoru con una mueca de asco, sonrió con melancolía.

—Es cierto, todo fue un sueño —suspiró llevando una de sus manos a su cabeza, dolía un poco—, después de todo, tú estás muerto.

Holaa! Traigo un nuevo drabble, cortito pero bonito(?Debo admitir que me encantó escribirlo, el Sugushoko es uno de mis shipps frustrados :')

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Holaa! Traigo un nuevo drabble, cortito pero bonito(?
Debo admitir que me encantó escribirlo, el Sugushoko es uno de mis shipps frustrados :')

Quizás a nadie le interese, pero nunca está de más aclarar:
¿Por qué White flowers/Flores blancas?
Pues, vagando por internet me encontré con esto:

┏━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┓
En el universo onírico, las flores blancas se relacionan con
los sentimientos de angustia, ansiedad y tristeza.
┗━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┛

Y pues, me pareció que quedaba bastante bien con la idea de este drabble.

Si llegaste hasta acá, te agradezco de corazón que te tomaras un momento para leerme. Que tengan un buen día <3

(◍•ᴗ•◍)❤

White flowers | Ieiri Shoko (Drabble)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora