Como un atardecer

11 de diciembre, 2021 un día común para cualquier persona, el inicio de esta historia para mí. Me presento, mi nombre es Jade Elizabeth Hamilton, una chica bastante común diría yo, pasó desapercibida siempre, estatura promedio, cabello café oscuro, era feliz, aunque tenía una vida bastante aburrida bueno, eso antes de haberme mudado a otro país.

Capítulo 1

1 de diciembre 2021

Estaba en el aeropuerto con mi hermana y mi madre esperando el avión que sin siquiera imaginarme iba a cambiar mi vida por completo...

-Este avión tarda demasiado!!!

-Espera hija, falta poco-

Ya no podía esperar más, tenía muchas ganas de ir desde hace muchísimo tiempo y llego el día.

Ya cálmate, no seas ansiosa (escuche decir en voz baja y aburrida a mi hermana) Amelie Hamilton, típica niña popular de la escuela con cientos de amigos, la idea de irse a vivir a otro país e iniciar su vida desde cero no le agradaba mucho que digamos, además, teníamos que trabajar todas para mantenernos, no nacimos con un padre millonario desafortunadamente, no tenemos siquiera uno, pero ese es otro tema, pobre Amelie, hay que comprenderla, no sé qué se sentirá, no es como que tenga muchos amigos...

*estimados pasajeros, favor de pasar a abordar en este momento*

-SIII- grité y corrí desesperada.

-Si como sea- dijo mi hermana

El vuelo era algo incómodo, me toco sentarme junto a una señora con un bebe que no paraba de llorar en todo el vuelo, pero en ese momento nada me importaba, solo con imaginarme que iba ver a mi tia otra vez me ponía muy feliz, pues como mencione al inicio no llevaba una vida muy agradable que digamos. Además, hay que ver todo por el lado positivo, la vista que tenía el avión era hermosa, era la primera vez que veía el atardecer desde el cielo, quede completamente enamorada.

Bajamos del avión y no podía dejar de sonreír, tanto que las personas comenzaban a verme raro, los ignoraba por completo, nadie me iba a quitar esa enorme sonrisa de la cara, o bueno, eso creía.

Íbamos a recoger nuestras cosas para irnos y nos dimos cuenta que no estaban, nos habían robado, eran 4 maletas llenas de ropa y cosas indispensables que necesitábamos para sobrevivir , mi madre hablo con los de seguridad e hizo lo posible por recuperarlas, pero no lograron hacer nada, solo nos quedamos con las mochilas que traíamos cada una, al menos teníamos algo, salimos muy tristes y enojadas de ahí, el día iba tan bien, porque tiene que pasarme esto. Íbamos saliendo del aeropuerto y a lo lejos veo a mi tía, fue como si hubieran borrado mi memoria, enseguida me puse feliz y fui corriendo a abrazarla, la extrañaba muchísimo.

-Tíaaaa! - intente decir, pero no podía dejar de llorar

-te extrañé muchísimo- dije abrazándola

-Yo también jade, no tienes idea-

-Bueno bueno ya vámonos no? - Amelie estaba muy cansada, además de todo lo que nos paso era entendible que estuviera aún más molesta y esto de venirse a vivir a Francia aun le parecía una muy mala idea pues México y Francia no se parecen en lo más mínimo.

Llegamos a casa, conocí mi cuarto y comencé a desempacar las pocas cosas que me quedaron, me dio tiempo de pensar a qué lugar tendría que ir a trabajar, tenía que ser lo antes posible pues no tengo casi nada de ropa y mi tía no nos puede ayudar, mi madre no llevaba mucho dinero como para comprar todo desde cero.

Eso me desanimo un poco, pues tenía ganas de ver a mi familia, no pensé en todo lo demás, además quien se iba a imaginar que nos robarían todo.

- ¿Cuándo vas a llevar a jade y Amelie a buscar trabajo? - escuche a mi tía hablando con mi madre en la cocina, - no lo sé, estuve pensando mucho en eso, ¿porque no vamos mañana?, es lunes así entrara lo antes posible- dijo mi madre.