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¿Qué necesito para ser feliz?, pensó.

Mientras sostenía un taza de té en sus dedos y saboreaba un muffin americano, observando la gloriosa caída de copos de nieve, es mágico, a un lado de la mesita cercana a la ventana tenía una radiograbadora pequeña, solía llevarla a todas partes grababa los pensamientos que solían cruzar por su mente, y que luego olvidaba, miro también la pluma fuente que le había regalado Jungkook la llevaba como alguna clase de amuleto, sonrió tontamente al pensar en el. ¿Pensará en mí?

Ese día tenía planificado hacer actividades de ski sin embargo la inesperada nevada lo había detenido pero disfrutaba con deleite mientras su cerebro se animaba a escribir un capítulo, dos y luego tres, creía estar dentro de la escena, derramó lágrimas por la situación del personaje, hizo un puchero inconscientemente, regañando se por ser tan cruel con sus personajes. Se entristeció un poco, debía buscar la manera de curar el alma de su personaje en el próximo capítulo.

Un gorro de lana blanco, un abrigo blanco y una camisa de lama del mismo color, un pantalón café de rayas, medias y zapatos vistió para caminar en la nieve. Llevó un pequeño bolso, salió de la habitación, fue a la puerta de Jin pero se detuvo a tocar, había mucho ruido allí, así que dejó que Jin se divirtiera.

Tomó un uber y se dirigió a la pista de patinaje sobre hielo, hacía mucho tiempo que no patinaba, ahora lo haría. Al llegar rentó los patines y se dispuso a colocarlos, había pocas personas en el lugar así que era bueno para él ya que no le gustaba las aglomeraciones, esperaba no hacer el ridículo. Suspiro cerrando los ojos aquí iba, el sonido del patín al deslizarse sobre el hielo fue mágico, pero ese momento se vio interrumpido por una mano que se sujeto de la suya, freno, su mano aún seguía sostenida de un cálido guante, el habia olvidado ponerlos.

— Apuesto que tus manos están congeladas — trato de mantener un rostro serio pero el latido de su corazón le impedía continuar, dejó ir la tensión de su cuerpo y sonrió.

— Olvide traerlos — contestó alzando los hombros, Jungkook solo levantó sus manos y se sacó los guantes colocándolas en las pequeñas de Jimin ese pequeño gesto hizo enrojecer su rostro. — No tenías que hacerlo.

— Me compraré otros después — miró hacia la pista de alguna manera extraña las personas parecieron desaparecer, le ofreció su mano para que Jimin la tomara y este lo hizo, empezando a correr sobre la pista, la risa de Jimin se escuchaba por todo el lugar a Jungkook le encanto ese sonido, aun mas saber que él las provocaba.

Sus dos manos estaban juntas mientras giraban en círculos, jamás se había sentido de esta manera era algo fascinante, este pequeño escritor era asombrosamente cálido, el realmente estaba haciendo el papel de un acosador, obsesionado quizás, Jimin era de ese especie de personas que encuentras una en un millón, él era ese uno, No soy gay, se repitió varias veces en la noche, pero antes de dormir, antes de cerrar los ojos pensaba en él.

No puedo estar enamorado, pensó al verlo sonreír a su lado, este soltó su mano y empezaron una pequeña rutina de saltos y giros, momento después en una batalla de quien va más rápido, y aunque Jimin tomó la delantera Jungkook logró alcanzarlo y abrazarlo por la espalda, sosteniéndolo muy fuerte contra su pecho.

— Te atrape — exhalo cerca del oído de Jimin. Este sonrió.

— No era ese tipo de juego, era una competencia de quien era mas rapido — expuso, apartando los brazos de Jungkook, la noche estaba cayendo, y más gente se reunía a su alrededor, decidieron irse del lugar y volver al hotel, para sorpresa Jungkook se hospedaba a unos pasos de su habitación.

Mi tonto escritor de fanficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora