Anatomy [VMIN]

Anatomy.- pt. 2

Cuando Jimin regreso a su casa ese día había dormido con su mente maquineando cómo volver a tener un encuentro con Kim, aunque a la mañana siguiente no tuvo que pensarlo mucho pues fue el mismo Kim quien toco su puerta cargando un par de libros, una libreta y una calavera.

Jimin no le cuestiono y solo se dejó hacer, porque había notado que a Kim le gustaba mantener las cosas bajo su control, no daba órdenes como tal, pero utilizaba su amabilidad y poder de presencia para persuadir, Jimin lo había notado.

Kim era alguien de liderazgo, no el basado en el miedo, sino el que te da confianza y seguridad, y tú lo seguirías sin dudarlo, Jimin lo dejo hacer con su cuerpo lo que quisiese con una tranquilidad que no debería ser natural, pero lo era porque Kim en ningún momento lo hizo sentir inseguro, en realidad, Jimin jamás se había sentido tan seguro como se sentía en la compañía de ese hombre.

Era peligroso, Jimin entendió eso un mes después.

Pensó que sería cosa de un par de días, quizás unas dos semanas, pero Taehyung—había comenzado a tratarlo con familiaridad después de todo—era alguien terco de una manera sutil.

No tenía una mala actitud, él solo te observaba con intensidad hasta que cedías porque esa mirada era demasiado para soportar, daba órdenes ocultas en peticiones amables y por alguna razón no podías decirle que no, era un cerebrito de mierda, siempre llevando la contraía de una manera en que no parecía un idiota sino alguien contando el clima, era tan imperturbable como atrevido, nada parecía sacarlo de su zona de confort y estaba lo suficientemente consciente de sí mismo como para dejarse perturbar.

Y se había vuelto un constante en la vida de Jimin.

Primero invadiendo su departamento, la primer semana esperaba a que Jimin llegase del trabajo y luego aparecía frente a su puerta cargado de libros, su libreta y alguna parte del esqueleto, Jimin tenía que adivinar qué parte para saber que parte de su cuerpo sería tocado ese día.

La segunda semana Kim había ganado tanto terreno que cuando Jimin llegaba de su trabajo Taehyung ya estaba esperando allí, con la cena lista y contándole que haría ese día.

La tercera semana Taehyung había comenzado a despertar en el sofá de su departamento, le hacía el desayuno, incluso Jimin ahora tenía pilo de libros y hojas en una esquina de su departamento, parte del esqueleto acumulado en un rincón. La calavera sobre la nevera, ni siquiera sabía cómo había llegado allí.

Para cuando se cumplió el primer mes Taehyung tenía como rutina llevarlo al trabajo e irlo a buscar, hacía las compras para su despensa y pasaba más tiempo en el departamento de Jimin que en el propio.

Jimin noto, durante el segundo mes, que había camisas de Taehyung sobre uno de sus sofás, en su baño había un cepillo extra, Taehyung ya tenía una taza designada donde bebía chocolate porque odiaba el café―Jimin se preguntaba cómo había sobrevivido la carrera de medicina sin cafeína―y sobre todo, ya no dormía en su sofá.

Era curioso cómo había pasado de ser un vecino ruidoso y molesto a prácticamente su compañero de vivienda, y ni siquiera era eso lo más hilarante de la situación porque un día Taehyung solo había decidido que quería estudiar sus muslos y pies, entonces Jimin había estado muy cómodo acostado en su cama, con sus piernas desnudas sobre los hombros de Taehyung mientras este lo toqueteaba.

La cosa era que, Taehyung aun estudiaba con él y por ende, Jimin recibía esa atención corporal de la que se había privado por mucho tiempo, entonces Jimin era sensible a esas manos que le resultaban insufriblemente atractivas.

En esa ocasión Jimin rogaba por algo de atención mientras Taehyung le apretaba la piel del muslo interno para poder sentir su hueso, era difícil pues Jimin tenía buenos muslos―cosa que Taehyung le hizo saber. Taehyung siempre le hacía saber cuándo una parte de su cuerpo le gustaba, y claramente le gustaban todas las partes―pero eso no le impedía a Taehyung tener su seria concentración sobre el asunto, aun así, Jimin quería más, algo...lo que sea, porque estaba excitado―como cada vez que tenían esas sesiones de estudio―y tenía estas fantasías por su estúpido vecino-compañero nerd odioso.