Capitulo 3

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Tras varias semanas de conversaciones con ella lo conté, cada detalle, excepto uno que fue tapado con una mentira.

Le dije que las cartas las bote, que no quería verlas, pero aún las tengo, cada una de ellas.

Fue un gran apoyo, mis padres lloraron cuando fuí capas de contarlo, me dijeron que fui fuerte por guardar todo y que se arrepentian tanto de haberme dejado sola esos días, insistían que si ellos hubieran estado cuando recibí ese paquete todo sería distinto.

Aprendí a superarlo, lento, primero me integraron a la sociedad yendo a grupos de apoyo para mujeres, todas teníamos el mismo punto, la sociedad es una mierda peligrosa, todas teníamos miedo.

También me llevaron a juntas por mi agresividad, si bien la desarrolle como método de defensa seguía siendo violencia.
En una de estas nos dijeron que pidiéramos perdon a alguien, yo quise el perdón de Sara, el de mis padres ya lo tenía y a ella la trate como la mierda.

Llame a su número y no contesto, también a su hermana y no hubo respuesta, marque al numero fijo de su casa y contestó su madre.

—Ella no está, se fue hace meses, ni siquiera sabía que aún hablaba contigo, si, si logras contactarla dile que llame, que solo quiero escuchar su voz —su madre se escuchaba quebrada por el dolor.

—Se lo diré —dije con dolor en el pecho y algunas lagrimas.

—Te felicito, estás volviendo a brillar, espero que algún día ella también pueda.

Me dolió el alma y todos los que estábamos en esa sala sentimos como la angustia de su madre nos tocaba el pecho, aunque más que tocar, yo sentia que me estaban arrancando el mio.

Cartas De Una Obsesión 2 (Como si no las hubieras leído) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora