Capítulo 3 - La luz

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En la madrugada la abuela rose vio una luz que provenía del sótano, fue a checar que era y se encontró la caja de las muñecas, la caja que había tirado iluminaba algo.

En cuanto destapo la caja los papeles brillaban como si se tratase de un mensaje secreto dando pistas, pistas que señalaban hacia atrás de un librero, al mover el librero se encontró con un atajo un túnel que tenia manchas y sangre señalando un camino, la abuela con temor decidió avanzar sin darse cuenta que seria su final.

En cuanto avanzo al túnel el librero se cayo y era inútil pedir ayuda ya que no se escuchaba nada, mientras avanzaba por el túnel las luces se apagaban, no sabría que seria su fin.

En la mañana siguiente, al ver que la abuela no estaba la familia Lambert decidió llamar a la policía, la policía abrió una investigación y empezaron a seguir pistas, buscaron cada parte de la casa, cada parte del pueblo, no pudieron encontrar nada.

La familia Lambert estaba muerta por dentro ya que la abuela de un día para otro había desaparecido, la familia y la policía hacían todo lo posible para intentar encontrarla.

Era lo mas horrible que han pasado, algo bastante difícil, en la noche no podían dormir debido a lo inexplicable que acababa de pasar ese día, en la noche se empezaron a escuchar ruidos en la ventana de la habitación de Amelia y sobre todo por el viento y lluvia.

De repente se escuchó:

-Un, dos, tres; me oyes pero no me ves

-Cuatro, cinco, seis; no me encontraran

-Siete, ocho, nueve; estoy más cerca de lo que crees

Era una voz tétrica, de miedo que parecía irreal ya que provenía del sótano y a la vez de la ventana de la habitación de Amelia.

Era una voz como de juguete pero bastante tenebrosa.

Amelia entonces se sentía acechada, buscaba en los alrededores, vigilaba cada rincón de la habitación, quería esconderse, pero le era prácticamente imposible, pues es bien sabido por todos, que fuera de la casa o en el sótano proviene esa voz tétrica y eso era algo tenebroso. Ni en ¡el cuarto de sus papás se sentía segura, pues las voces y la desaparición de la abuela rose lo recordaba todo el día y le era imposible descansar aunque sea poco.

El mismo terror que la paralizaba, le dio entonces impulso para salir en busca de las voces y enfrentarlas, casi volando estaba, hasta llegar al sótano. Ahí, un ataque de pánico le invadió, se sentía tenebrosa, no se podía ni mover ya que los recuerdos de su abuela y las voces no ayudaron. Así que, después de tomar aire, siguió con su búsqueda no cambiaba de opinión , dejándose guiar por las voces que la atormentaban.

La sangre del cuerpo de Amelia, bajó del golpe hasta sus pies, causando tal pesadez que le era imposible moverlos, estaba clavada en el piso, escuchando como un par de voces se burlaban de ella y cada vez se escuchaban más cerca.

-Un, dos, tres; me oyes pero no me ves

-Cuatro, cinco, seis; no me encontraras

-Siete, ocho, nueve; estoy más cerca de lo que crees

Amelia siguió a pesar de los obstáculos y nada le impidió buscar esas voces.

Continuará.

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⏰ Última actualización: May 02, 2022 ⏰

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