Taehyung dormitaba tranquilamente cuando el ruido de una puerta cerrándose le hizo levantar la cabeza.
De inmediato pudo sentir la familiar descarga de adrenalina avivando cada uno de sus sentidos.Sentándose sobre la cama, encendió la luz de la habitación con el control remoto colocado estratégicamente sobre uno de los pequeños buró y entonces aguardó pacientemente mientras su corazón latía alocadamente.
Su expectante mirada se fijó en el umbral de la puerta de su alcoba, la cual solía dejar abierta a propósito una vez a la semana. El sonido de pasos acercándose causó los mismos estragos de siempre en él, por lo que -una vez más- tuvo que contenerse de no salir disparado de la cama para ir al encuentro de su esposo, demostrando así cuan impaciente estaba por su regreso.
Y no es que le molestara que Hoseok acudiera a aquel bar a tomar unas copas con su primo y el mejor amigo de ambos semanalmente y sin falta.
Todo lo contrario.
No sabía bien la razón, pero tras unos meses de matrimonio había descubierto que el alcohol volvía mucho más salamero al pelioscuro, quien de por sí ya era muy cariñoso y consentidor.
Dios, como le encantaba tener la atención de un Hoseok ebrio.
Un escalofrío recorrió su columna vertebral cuando sus miradas hicieron contacto y pudo detectar un brillo inusual en la mirada adversa. Hoseok lo observa de una manera tan intensa que su piel ardió en reconocimiento.
Puede que fuera virgen aún, pero él definitivamente podía reconocer cuando era devorado con la mirada.
Su cuerpo tembló sin disimulo alguno una vez la distancia entre ellos fue mínima.
--H-hobi... -llamó en apenas un hilo de voz. Encontrándose ansioso y a la espera de su próximo movimiento.
--Ya llegué. -informa sin borrar su expresión seria y concentrada. Con ambas manos sujetó la cobija que cubría la mitad del cuerpo del castañito y empezó a halarla con agónica lentitud en su dirección, de modo que iba dejando al descubierto cada centímetro de piel no cubierta por la ropa de dormir.
A Hoseok siempre le había parecido adorable lo pudoroso que era su menor al vestir. Curiosamente era justo esta peculiaridad suya lo que hacía volar su imaginación constantemente.
--Lamento haberte hecho esperar. -musita con calma a la vez que toma asiento en la cama y arrastra a Taehyung hasta su regazo, colocándolo a horcajas --Los chicos insistieron para que los acompañara un poco más cuando lo único que deseaba era volver a casa para estar contigo.
Tae emite un chillido exaltado cuando unos dedos fríos recorren su espalda baja.
--¿Me perdonas? -cuestiona, su aliento alcoholizado chocando contra el rostro sonrojado del castaño.
--S-sí... -dice este en medio de un suspiro tembloroso --Claro que te perdono.
--¿Por qué eres así, Taehyungie? -se lamenta, hundiendo el rostro en el costado de su cuello y abrazándolo fuertemente --Tan comprensivo y hermoso... tan perfecto.
--¿Te quedaste dormido? -pregunta tras una larga pausa en la cual el mayor no se mueve ni emite palabra alguna. Sus largos dedos empezaron a peinar delicadamente las oscuras hebras al no obtener respuesta.
--No. -responde varios segundos después, sobresaltando ligeramente al contrario --Solo disfruto de poder tenerte entre mis brazos.
Ligeramente avergonzado, Tae se remuve un poco sobre el regazo del pelioscuro, sintiéndose un tanto aturdido ante su conducta.
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SAGA DONCELES
FanfictionCapítulos especiales de la Saga "Donceles" ▪️13/03/2022 ➡️ Especial YoonMin ▪️08/05/2022 ➡️ Especial HopeV