꧁"El amor existe con ausencia de eternidad.
En el primer momento de un encuentro de amantes, hay una afirmación de amor.
Psicológicamente, locura, vacío, pánico, delirio de que el momento durará para siempre.
Estoy atrapado por...
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Shuijing
Después de conducir a casa, empaqué parte de la ropa y mi pasaporte. Me cambié y me puse una blusa de manga larga con botones florales negros con pantalones a juego y unos tacones de plataforma negros. Agarré mi bolso de cuero rosa y bajé las escaleras con mi maleta.
Tomé un taxi y fui al aeropuerto. Después de 30 minutos, llegué, me bajé del taxi y me dirigí al mostrador de facturación.
Después de facturar mi equipaje, me compré un frappe de mango y un plato pequeño de pasta carbonara con papas fritas.
¿Qué? No cené.
Me senté en una de las mesas del café y cuando estaba a punto de comer, recibí otra llamada telefónica.
"¿Hola?" Contesté, sin molestarme en comprobar el identificador de llamadas.
"¿Por qué no me dijiste que volarías de regreso a París?" Dijo una voz exasperada y suspiré.
"Tenía prisa, Zuo. Papá me llamó de la nada y me dijo que volara de regreso a París de inmediato. Además, quería decírtelo, pero parecías tan enamorado de Caina, así que te dejé en paz". Expliqué.
"Oye, sobre Caina... ¿Por qué estás tan alterada cada vez que la menciono? ¡No te sentaste a mi lado, ni siquiera miraste en mi dirección! ¿Qué pasa? ¿Estás celosa de ella?" Preguntó.
"¿Yo? ¿Celosa? ¿Por qué estaría celosa de ella?", Me defendí.
"Entonces, ¿por qué estás actuando tan raro? No me ves actuando celoso con ese chico que has estado viendo". Replicó y me burlé.
"Ese tipo tiene un nombre. Espera un minuto, ¿por qué lo estás metiendo en esto? ¡Él no tiene nada que ver con esto!" exclamé, ignorando las extrañas miradas que venían de las personas a mi alrededor.
"Deja de fingir Shuijing. ¡Te gusta incluso si dices que no!" Escupió y suspiré.
"¿Sabes qué? No me importa lo que pienses. Si crees que me gusta, eso depende de ti porque a partir de ahora, ya no eres mi mejor amigo. Haz lo que quieras. ¡Sal con Caina por lo que me importa! ¡Adiós!" dije mientras colgaba. No me di cuenta de que las lágrimas caían de mis ojos y rápidamente las limpié. Tiré mi comida con enojo y me aferré a mi frappe.
Escuché que me llamaban el número de mi vuelo y me levanté y caminé hacia la puerta. Les entregué mi tarjeta de embarque y miré hacia atrás por un momento. Suspiré mientras caminaba hacia el avión. Luego fui recibida y escoltado por un asistente de vuelo a mi asiento cerca de la ventana.
Tenía un sillón privado para mí solo que se podía convertir en una cama ya que era un vuelo de 12 horas. Me informó que iban a servir la cena en un rato. Asentí y le agradecí mientras me recostaba en mi silla. Suspiré y cerré los ojos mientras pensaba en la llamada telefónica anterior.
