Una guerra muy distinta

capítulo 1

Después de 3 años de lo ocurrido en fuyuki con la guerra del quinto grial, Sakura, Rin y Shirou se fueron a mejorar su magia en la torre del reloj donde también debido a sus maestros que vieron potencial en ellos, y ya que habían participado en la guerra del grial,  les llevaron a hacer misiones de las cuales, les ayudarían a mejorar su magia o en el caso de shirou, su proyeccion de armas, durante esos tres años han tenido varias misiones y conocieron a muchas personas, entre ellos una mujer de pelo rubio que pertenecía a un grupo de magos de alta clase  y que casualmente, solía ser llamada para ir junto a ellos con las misiones a parte de que gracias a ella tenian un sitio donde dormir, su nombre era Lluvia, la mayoria del tiempo Lluvia suele tener problemas con rin, aunque Shirou y sakura nunca entendieron el porque, pero ese no es el caso. Ahora mismo se encontraban en una misión.

POV SHIROU

No entiendo porque de todas las personas fuimos nosotros los que fuimos enviados a esta misión, podrían haber llamado a profesores pero no, mejor a nosotros aunque entiendo el porque, osea , quien no enviaría a quienes sobrevivieron a la guerra del grial. Pero ese no es el caso ahora, llegamos al lugar acordado, era en una isla cerca de Japón, la misión, recuperar una katana ya que se supone que pertenecía a un herrero demoniaco. Debido a que la isla era muy grande, decidimos separarnos y si encontrábamos algo llamar por nuestras radios, Sakura se dirigio al oeste, Rin al sur, Lluvia al este y yo al norte, como no, lluvia y rin empezaron a pelearse para ver quien era la primera en encontrarlo, me hizo gracia la verdad, algunas veces era hasta tierno. Llevaba ya caminando 30 min y todavia nada, usaba mi nariz por si podia detectar magia, pero, no detectaba nada, hasta que de repente, caí en un agujero, utilizando refuerzo en mis piernas cai y aterricé sin ningún rasguñó, intenté utilizar la radio, pero se rompió debido a que se había caido de mi bolsillo, lo reparé, pero no habia cobertura, odio mi suerte.

Me dispuse a explorar el lugar ya que parecía un templo con un cartel, aunque no se podía entender lo que ponía procedí a entrar, proyecté a las espadas gemelas kanshou y bakuya ya que el olor de ese templo era magia demoniaca, entré al templo, y estaba oscuro, aunque no era ningun problema para mi, me metí en cada habitación y no encontré nada, solo me quedaba lo que parecía ser el salón, entré esperando algun tipo de ataque, pero no, no habia nada, solo la katana que me habían pedido que recuperara la katana. Pero algo andaba mal, sentí que la katana tenía una maldicion, y ahora mi pregunta es, como la consigo sin tener que tocarla, pensé en hacer la manta santa para poder no tener problemas, pero aun asi no funcionaría, ya que es tan fuerte que ni la manta santa la parara, resignado con mi suerte no tuve de otra que tocarla.

"¿donde estoy?" Es lo primero que pensé después de haber tocado la katana, ya que no estaba en el templo, sino como en un bosque donde caia las hojas de otoño y una casa al fondo donde se puede oir el sonido de un martillazos y el olor a hierro fundido, me dispuse a acercarme para saber el origen de ese sonido y olor.

Llegue a la puerta donde estaba la casa, toque la puerta, pero no recibí respuesta de nadie, solo seguia el martilleo, hasta que paró, y se oyeron los pasos hasta que la puerta se abrió, cuando vi a la persona que me abrió, me sorprendí tanto como el se sorprendió de mi.

"Eres, igual a mi..., pero como.... " Dije bastante sorprendido y no pude seguir habando ya que me llevo a dentro de la casa 

"Quien eres" Dijo el desconocido con la misma cara de confundido y con el martillo que llevaba en su mano "Y espero que no me mientas, porque puedo oler la mentira" Eso en verdad me asusto un poco, ya que si podia oler la mentira eso significaba que podia oler la magia

"Bueno.... me llamo emiya shirou y antes de continuar, le apetecería un poco de te? lo digo para estar más relajados, yo tambien estoy igual de sorprendido que usted señor.." Esperando a que me diera su nombre