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Son los celos los que hacen el odio de la gente Liam James Payne Smith

2 de Diciembre de 2013, Modest! Management

Dave trabajaba con manos rápidas en su ordenador portátil. Era lunes por la mañana, pero a pesar de eso las energías le sobraban ese día.
Hoy había decidido trabajar en la sala de reuniones, que estaba mucho más ventilada que aquella habitación donde trabajaba junto con sus compañeros Andrew y Max. No estaba permitido acceder a la sala sin el permiso del jefe, pero Dave pensó que nadie se enteraría y que serían un par de minutos hasta terminar su trabajo. Debía presentar un par de gráficos dentro de unas horas, que ya tenía preparados. De todos modos, él quería asegurarse de que realmente estaban bien hechos.

Los clientes a tratar esta vez eran : One Direction.

No era de extrañar para Dave, que ya se lo suponía.
One Direction era con gran diferencia el cliente más importante de la empresa y también del que más beneficios se consiguió 'sacar', por así decirlo, durante los últimos dos años.
La suma de dinero alcanzada gracias a esos cinco chicos superaba los treinta millones de libras, y todavía el número se encontraba en ascenso.

Su película, 'This Is Us', publicada a finales de este mismo año, fue número uno como mínimo en veinticinco países.
Nunca se había visto tanto revuelo por una banda desde la década de los años 60, cuyos causantes en esa ocasión fueron 'The Beatles'.

Dave estuvo bastante impresionado cuando realizó las estadísticas.

¿Cómo podían simplemente cinco chicos movilizar a más de quince millones de personas?-pensó.

Bajó la tapa del ordenador y sacó sus gafas empañadas para limpiarlas con el pañuelo que llevaba en el bolsillo de su chaqueta.
Comenzó a organizar mentalmente el tiempo que le quedaba disponible. Podría perfectamente salir una hora y tomar algo en el Starbucks más cercano. O también podría llamar a su novia Savannah y averiguar si podía tomar un par de minutos libres en la clínica. Sonrío al pensar en tomar un leve descanso.

Moviéndose hacia la derecha y entrecerrando los ojos, vió la sombra borrosa de su libreta de apuntes y estiró su brazo para alcanzarla, aunque sus lentes se cayeron al suelo durante el proceso.

-Mierda-maldijo.

A juzgar por el ruido, probablemente ya estarían rotas, pero necesitaba comprobarlo. No veía absolutamente nada sin gafas, mucho menos de cerca. Tendría que regresar a casa y coger las lentillas. Pero, ¿Cómo llegaría a casa si no lograba ver nada?
Escupiendo obscenidades se agachó hasta terminar debajo de la mesa de reuniones palpando suavemente el mármol del suelo.

-Realmente pienso que su idea es asombrosa, Ed-anunció una áspera voz desde lejos. Al momento, Dave dejo de buscar sus lentes para prestar atención. La voz le resultaba conocida, pero no sabía a ciencia cierta a quien pertenecía.

La puerta fue abierta y dos pares de pies entraron en la habitación. Dave se paralizó durante unos pequeños segundos, temiendo ser descubierto. Agradeció al cielo haber estado en ese momento debajo de aquella tabla de madera, o ahora mismo estaría de patitas en la calle por haber desobedecido las reglas. Igualmente, necesitaba encontrar sus anteojos, así que continuó buscando.

-Los reuniré mañana. También debo hablar seriamente con Harry y Louis. Ambos continúan comportándose demasiado empalagosos en público. Probablementen nos hagan bajar las ventas de su último Cd, y no podemos permitirlo.

Dave se movió más hacia el centro de la mesa para no ser golpeado cuando dos sillas fueron ocupadas por Ed y su acompañante.

-Admiro su trabajo. Verdaderamente se nota que usted sabe bien lo que está haciendo-halagó la otra voz.

Another Direction » z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora