𝐅𝐄𝐋𝐈𝐍𝐎𝐒┊❛ Maybe I just wanted you to fight for me, the same way I would have fought for you. ❜
No se conocían en absoluto, sólo se toparon una vez y no fue en una situación de lo más favorable para ellos; sin embargo, sus caminos ya estaban e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ
˖۪ ㅤ𝐏𝐑𝐄𝐋𝐔𝐃𝐈𝐎 : ❛ las quimeras del infierno ❜
ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤ
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Oye... mi hermano quiere conocerte.
La aterciopelada voz de la fémina a su lado sonó en cada pequeño rincón de la solitaria biblioteca, llamando la atención de cierto muchacho de hebras azabaches automáticamente, provocando que despegará, por fin, la mirada de aquel libro de contabilidad mientras su ceño se fruncía levemente y sus labios se abultaban entre sí, notablemente desconcertado ante esa repentina información. Un suspiro bajo alcanzó a salir de sus finos labios y acomodó sus costosos anteojos negros, plantando su mirada en otra dirección, no queriendo caer nuevamente ante esos ojos verdosos que lo miraban con cierta súplica.
-Yo... no lo sé, Akane. No me lo tomes a mal, pero tu hermano me da un poco de miedo-volvió a clavar sus ojos onix en el libro cuando escuchó con claridad la dulce risa de la fémina, tensando sus hombros y borrando instantáneamente aquel carismático puchero que había formado con anterioridad. Sus mejillas no tardaron en adquirir un inocente tono bermejo y una sonrisa surcó de igual manera por sus labios, sintiendo los latidos de su corazón ir en aumento de repente, siendo seguidos por las tan aclamadas mariposas en el estómago.
Entrecerró sus ojos y negó levemente con la cabeza, queriendo evaporar de su sistema esa repentina sensación de náuseas; no le gustaba en lo absoluto, le producía escalofríos intensos en su larga columna vertebral y sus manos sudaban muchísimo. Era incómodo.
-¡Oh, vamos! Mi hermano no es tan malo, no seas exagerado-exclamó la joven, sacudiendo su mano en el aire, en un claro gesto de no darle mucha importancia, limpiándose la falsa lágrima que salía por una de sus cuencas, aún luciendo una cautivadora sonrisa en sus belfos melocotón.
-¿No es tan malo, dices?-inquirió, sonriendo de manera algo irónica, poniendo sus ojos en blanco y rascando su nuca suavemente-. Literalmente, desnudó a Haru y lo obligó a andar por la calle de esa forma, ¡y todo porque no lo consideró digno de ti! ¿Acaso eso no es ser malo?
