¿Pero qué?

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Capítulo 48: ¿Pero qué?

En el anterior capítulo de «Lúa, mi hermosa Estrella»:

Imri y yo decidimos pasar por su manada para ver qué podíamos hacer para que su relación con el Alfa mejore, pero no pensamos que nos encontraríamos con unos pequeños inconvenientes. Bueno, no tan pequeños, porque no sé por qué tengo el presentimiento de que esta linda manada de lobos, se irá al desastre.

Y es poco decir, Imri está al borde de un ataque que no termino de comprender.

¿Por qué es tan malo que Cristal esté embarazada de un Alfa?

¿Será...?

Ay, diablos.

Ya entiendo.

—¡Él me engañó!— grita la chica sonando su nariz —¡No tenía idea de que se trataba de un Alfa, te lo juro! Creí que era un lobo normal, y nunca me demostró lo contrario.

—Dime— respira profundo —¿De cuál Alfa te embarazaste?

—Del Alfa Raviv— se estruja los ojos con dolor en sus palabras —¡Si los Alfas se enteran, se van a enojar mucho!, ni hablar de la Alfa Dahiana, ¡ella me matará! ¡¿Qué hay de mis cachorros?! Con su poder como Alfa, se los va a llevar a su manada y nunca volveré a verlos. ¡Tengo miedo, Imri! Eres el único que puede ayudarme— voltea hacia mí —Por favor, no seré una carga— me suplica al borde de las lágrimas —Serán pocos meses, prometo que aunque no sepa de habilidades domésticas, aprenderé lo necesario para que mi presencia no les pese.

—Oye, no llores— me da pena verla así. Para ver si se calma, yo la rodeo con los brazos y la acerco a mí —Tranquila, ya verás como las cosas se van a solucionar.

—Así que del Alfa Raviv— y ahí vuelve a tomar aire —Primero, no te llevaré conmigo.

—¡¿Qué?!— se le tira encima apretándole la camiseta —¡¿Cómo es eso?! ¡No seas así, hermanito!

—¡Nuestra manada no se caracteriza por huir!

—¡Al diablo la manada, es de mis hijos que estamos hablando!

¿Pero qué derecho le da a ese tal Rábano, de quedarse con el o los bebés? Tenía entendido que un Alfa no era un jefe, sino más bien, un guía.

¡No me quedaré al margen de esta injusticia!

—A ver, dime— la toma de los hombros —¿Ese tipo te obligó a algo?

—¿A qué te refieres?— baja las cejas.

—Ya sabes, si te obligó a estar con él.

—¿Qué? ¡No! Solo me engañó— se echa para atrás —Me dijo que se llamaba Río.

—¿Mientras pescabas? No, pero qué original.

—¡Pues yo me llamo Cristal!, ¿qué quieres que te diga?

—A ver, dale mente— le sostiene los brazos para que deje de moverse y lo mire directo a los ojos —De alguna manera debió abusar de ti.

¿Pero por qué supone eso?

—Imri, ¡te estoy diciendo que no!

—¡Estoy hablando en serio!— no lo había visto tan enojado, ni siquiera cuando creyó que me había robado a Ra —¡Vamos, haz memoria!

—¡Imri!— le llamo. No puedo soportar la sensación que me produce ver esto —La estás presionando, tal vez no ocurrió nada de lo que piensas.

—Sé de lo que hablo— frunce el ceño —¡Un Alfa con manada y esposa incluida, es obvio que se quiso aprovechar de mi hermana! No todos son así, pero es normal que esa gente sea manipuladora. ¡Nada importa más que ellos y su manada!

Soy la mamá de un niño lobo, ¿y ahora qué sigue?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora