Sangre corría por el castillo del imperio enemigo. Claude mataba a todos los del bando enemigo, a su lado iba su mayor aliado, Felix Robane. Los Otomanos se habían atrevido a atacar Obelia. Sus armaduras que anteriormente brillaban ahora estaban cubiertas de sangre, ambos no se inmutaban al momento de cortarle la garganta a alguien.
Claude se dirigía hacía los aposentos del emperador enemigo, al abrirlos se encontró con él. El Sultán sostenía una espada, el miedo que tenía el Sultán era claramente visible, todo su cuerpo temblaba y lágrimas caían de sus ojos. Claude sonrió, la espeluznante sonrisa hizo que el miedo del Sultán aumentara. Claude no dudó un segundo y le cortó la garganta al Sultán.
Los gritos de felicidad de los soldados obelianos se escuchaban por todo el reino. Finalmente habían acabado con los Otomanos.
—¡Su majestad! ¡Encontramos a este hombre!—Dos soldados arrastraban a un hombre de baja estatura.
—Tráiganlo.—Ordenó
Los guardias pusieron de rodillas al hombre, Claude lo observaba atentamente. Por sus ropas parecía ser un extranjero, los Otomanos utilizaban el mismo tipo de ropas que en Obelia, pero este hombre vestía un Yukata.
Claude lo tomó del mentón para poder verle el rostro, haciendo que quede embobado por su belleza. Poseía un largo cabello marrón y unos hipnotizantes ojos marrón claro. Sus rasgos eran delicados, como los de una mujer, si los guardias no le hubieran dicho que la persona frente a él era un hombre, al ver su cara juraría que era una mujer.
—¿Cuál es tu nombre?
—No tengo un nombre majestad.
¿No tenía nombre? El hombre frente a él parecía tener su misma edad. ¿Cómo era posible que no tuviera uno? Solamente había una respuesta, era un esclavo. Los esclavos debían renunciar a su nombre y su "dueño" les daba uno nuevo, por lo visto su dueño no le dió uno.
—Estaba en el harén del emperador, lo encontramos allí sentado.—Informó un soldado.
¿Estaba simplemente sentado viendo como mataban a las concubinas? La curiosidad se apoderaba de Claude. Deseaba saber quién era ese hombre, quería poseer a ese hombre frente suyo.
—Tu nombre será Selim.—Claude soltó la barbilla del concubino y se reincorporó.—La batalla ha terminado, debemos irnos a Obelia. Estoy seguro que mi padre estará alegre al tener otro imperio bajo su poder.
—En seguida majestad.
Los guardias montaron sus caballos, Claude estaba montado sobre su corcel, llevaba a Selim en sus brazos. A su lado iba Felix montado en su corcel, él llevaba un cofre, ahí adentro había un regalo de parte del príncipe Claude hacía su padre el emperador.
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𝐒𝐄𝐋𝐈𝐌
Historical Fiction❝𝑺𝒆𝒍𝒊𝒎, 𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒏𝒄𝒖𝒃𝒊𝒏𝒐 𝒅𝒆 𝒃𝒆𝒍𝒍𝒆𝒛𝒂 𝒊𝒓𝒓𝒆𝒂𝒍.❞ ➳ prohibido copias/ adaptaciones ➳créditos al autor original de princesa encantadora