Día 71 (Pt.1)

40 4 9
                                    

El frío de la mañana comenzaba a volverse muy intenso. Las nubes negras anticipaban una fuerte lluvia, la cual estaba pronosticada para esa tarde.

Jimin miraba las nubes a través de la ventana desde su cama, arropado entre las mantas, con sus ojos llorosos.

Se odiaba. Odiaba hacer sufrir a sus cercanos por él, odiaba saber que tal vez Yoongi estaba triste al igual que él.

Aún con todo el frío que hacía, aprovechó que Jungkook no estaba en casa para vestirse rápidamente y salir de allí. Recorrió las calles de Busan, entrando finalmente a un bar.

Entró al lugar y se sentó en un banquillo. El lugar estaba casi desierto debido a que era bastante temprano por la mañana. Los bebedores usuales estaban probablemente trabajando, los demás tal vez durmiendo.

Jimin pidió un amplio cóctel de licores, bebiéndolos rápidamente, dejando que anestesien su dolor a cada trago, necesitando olvidarse de todo por al menos un par de horas.

Pasaron un par de horas en las que Jimin se embriagó y bebió sin parar, sin hablar con nadie, cabizbajo.

Salió de aquel lugar caminando como pudo, notando como su cuerpo se comenzaba a humedecer y enfriar debido a la fuerte lluvia que estaba azotando la ciudad. Miró al cielo nostálgico, mientras dejaba sus lágrimas caer sin control, de todas formas creyó que con la lluvia no se notaría si es que lloraba. Anduvo un par de cuadras, llegando a un parque. Generalmente en aquel lugar habían muchos niños jugando, pero con la lluvia todos aquellos niños se encontraban en sus casas con sus familias, compartiendo el día lluvioso felices.

Jimin recordó muchos días lluviosos, algunos con su familia unida y disfrutando, y otros tristes en los que estuvo solo.

Se sentó bajo un árbol, empapado hasta los pies, con sus ojos hinchados, su cara roja debido a la embriaguez y sus manos temblorosas.

Suspiró fuertemente y escondió su cabeza entre sus rodillas.

Tal vez el alcohol no fué suficiente para olvidar.

Pasados unos minutos, su teléfono celular comenzó a vibrar. Lo sacó de su bolsillo y vió en la pantalla la foto de Jungkook, seguida por un botón de "contestar" o "rechazar". Sonrió amargamente, rechazando la llamada entrante. No quería volver a su casa.

Pensó en Jungkook, el cual había hecho mucho por él. En realidad era un gran amigo y se sentía mal por preocuparlo. Miles de veces ha acudido en sus malos momentos, sentía que no lo merecía en absoluto. Taehyung, a pesar de la distancia siempre se mantiene preocupado por él, lo conoce mejor que nadie y siempre procura hacerle sonreír.

Una leve sonrisa se formó en su rostro al pensar en lo felices que serán ambos cuando vivan juntos, en realidad son una hermosa pareja.

No como su desastroza vida amorosa.

Su primer novio fué alguien que sólo lo buscaba para tener sexo, sentía asco de solo recordar las palabras sucias de aquel tipo, de todo lo que hizo por él estando enamorado, sintiéndose una basura.

Jungseo. Creyó que era el hombre perfecto, siempre llegaba con regalos, con palabras lindas. Jamás lo forzó a nada, jamás le criticó su físico, jamás le hirió... hasta que cambió. Su herida profunda era él, aquella que aún no sanaba, aunque ya no sentía nada por él. Pensó en visitarle alguna vez en la cárcel, pero sabía que no sería lo mejor... Tal vez sí para agradecerle por lo que fué...

No, definitivamente no.

Ni siquiera recuerda desde cuando comenzó la dependencia emocional hacia aquel tipo.

¿𝓛𝓸𝓿𝓮? [𝓨𝓸𝓸𝓷𝓶𝓲𝓷]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora