UNA RE VOCABULUM

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(uno, el reencuentro)

Solté un suspiro pesado y tire mi cara en la mesa de escritorio, 17 años y aún no logro entender las malditas matemáticas, y mañana lo veía venir como el gran día para desaprobar dicha materia.

Me levanté de mi escritorio dejando todos los libros y cuadernos ahí. Me tire en mi cama y suspire hondo, « nada mejor que mi dulce cama » pienso y sonrió tapándome más con mis cobijas, mis ojos se hacen pensado y caigo en los brazos de Morfeo.

— En cada maldito tiempo, cada siglo, cada que se me sea concedido vendre a ti, y mataré a todos aquellos hombres que se quieras aprovechar de ti, dándome igual si te quiere o no Hanna

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En cada maldito tiempo, cada siglo, cada que se me sea concedido vendre a ti, y mataré a todos aquellos hombres que se quieras aprovechar de ti, dándome igual si te quiere o no Hanna. - dijo el de ojos negros mientras clavaba un cuchillo en el estómago del hombre arrodillado ante el.

Una punzada llegó a mi pecho, y con mis manos temblorosas las lleve en donde sentía aquel dolor , mis manos se llenaron de sangre, de mi sangre y mi vista se fue a los ojos de aquel que se posaba al frente mío aún con el cuchillo dentro de mi prometido, sus ojos estaban llenos de miedo, temor y tristeza, se comenzaron a cristalizar y rápidamente solto a ese hombre yendo hacia donde mi. — ¡ Belfegor, maldito seas!, ¿Que mierda acabas de hacer?

— lo que debí de hacer hace mucho, maldito seas tú asmodeo, ¿En qué mierda te convertiste?, Tu no eres el sínico que conocí, estás.... Enamorado. - dijo esté desepcionado desapareciendo en una gran ola de humo negro, el cual lo consumió.

Asmodeo miraba los ojos de la chica, mientras miraba el cuchillo aún dentro de ella, bien el podría sanar su herida, pero no cuando el cuchillo había Sido hecho por un angel, un cuchillo hecho para matar demonios y que aunque fuese humano no tuviera reparación.

La chica convulsionaba en sus manos, mientras que de sus mejillas corrían lágrimas, lágrimas que eran limpiadas por el dedo pulgar del chico.

— Taehyung... - de la chica salió su voz llamando la atención del mencionado, la chica estaba a punto de dar sus últimas palabras. — me he negado, me he negado tanto, pero te amo, te amo tanto, te amare por los siglos, y te buscaré en cada uno de ellos, en cada tiempo en el que se me sea concedido la vida te buscaré. - y la punzada volví a mi, pero esta vez más fuerte.

— MIERDA! - Solte, sentandome en mi cama, sudando y llorando, mire el reloj a un lado de mi cama y Vi la hora. — 03:33 AM, linda hora para despertar. - dije entre labios y dispuesta a dormir de nuevo me acosté y tape de pie a cabeza, así el calor fuese quien me abrazara ahora, pero el sentido de miedo por divisar la hora se me era imponente, cerré mis ojos y volví a caer dormida.

— hazte a un lado Jungkook

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— hazte a un lado Jungkook. - el chico me vio y se hizo a un lado dándome mi asiento.

— y ahora, esa cara? - pregunto sentándose en su asiento, que era a mi lado. — Feliz cumpleaños. - dijo dando un beso en mi mejilla, que hizo que me sonrojara y mi antes "rabia" desapareciera.

— gracias kookie. - solté y voltee para abrazarlo.

Jeon Jungkook, 19 años de edad estudiante de administración de empresas, hijo del gran dueño de grandes empresas de automóviles , mi mejor amigo y recientemente casi algo.

Me aparto del abrazo y me miró. — quieres saber cuál es tu regalo? - asentí entusiasmada, y este depósito un beso en mis labios, quedé atónita mirando hacia la nada. — ey. - alzó su mano y llamo mi atención, mi vista se volvió nítida y lo primo que diviso fueron sus ojos brillantes, tan puros como los de un bebé recién nacido, joder es que era como si viera todo por primera vez. — ¿Que fue eso? - pregunté sacada de onda aún.

Dió la vuelta y abrí su bolso y de este saco dos cajitas. — ten. - la extendió a mi y las tomé, luego de ver la elegancia de las cajas me digne a abrirlas y dentro de esta se encontraban un anillo muy lindo y de oro y una cadena, que al parecer era compartida, lo mire a el preguntándole por la otra mitad con mi mirada el entendió y suavemente metió su mano por su cuello y saco la otra parte.

Sonreí y me imitó. — ¿ Entonces querida park sohye, aceptas ser mi novia? - asentí frenéticamente y este volvió a dejar un beso fugaz en mis labios.

- La clase dió inicio. - el director anuncio por las bocinas. — aula 1B de administración, tendrán nuevo profesor por cambios de docentes. - menciono y no le di importancia.

5 minutos después el señor director y un hombre alto, vestido totalmente de negro dieron su aparición por la puerta de aula.

Hablaron Durante unos minutos y el director se fue dejando así a el hombre, (el cual supuse era el profesor de remplazo) parada viendo a todos los estudiantes los cuales estaban entretenidos haciendo cualquier cosa y de repente su mirada se dirigió a la mía y sus ojos negros se clavaron en mi, sentí como cada parte de mi ser, mis pensamientos y recuerdos eran destapados por el, aparte mi mirada creando algún tema de conversación tonto con Jungkook hasta que el dió inicio a sus clases.

— muy buenas tardes. - hablo imponente. — me llamo Kim taehyung, y soy el nuevo profesor de administración. - asintió.

Todos los presentes quedaron sorprendidos y más las chicas las cuales a distancia se notaba que se estaban follando al profesor con la mirada, pero lejos de eso, ese nombre....

«Taehyung, me he negado, me he negado, pero te amo. »

La punzada de anoche volvió y tomando mi pecho me retorci soltando un chillido que llamo la atención de todos en el aula, Jungkook se apresuró acercarse a mi, pregunta me que me pasaba, después de recuperar un poco de aire le dije con voz calmada que todo estaba bien.

— ¿Está usted bien? - había llamado la atención de el profesor y el ya estaba a mi lado, asentí y mire a sus ojos, unos ojos negros, oscuros, pero... Tristes, tal como los ojos que soñé...

Negué sacando ese pensamiento de mi cabeza, que estupidez estaba pensando, solo fue un sueño.

— la llevaré a la enfermería. - dijo Jungkook pacífico. El profesor lo miro.
— está bien, vaya. - dió orden y nos dejó pasar a su lado.

— no era necesario, te dije que todo estaba bien. - dije mirando al suelo, caminando con los pies a rastras

— no estás bien sohye. - tocó mi frente. — estás que ardes en fiebre, y estás roja, muy roja. - rio.

Yo me límite a alzar y dejar caer mi hombros restándole importancia.

Llegamos a la enfermería y Jungkook me dejó en las manos de la enfermera la cual solo me colocó una comprensa y me recostó sobre una cama, diciéndome que descansará unas horas, que todo era por falta de sueño.

Yo hice caso a sus peticiones y me recosté, pero poco a poco caí en los brazos de Morfeo.

Y de nuevo tuve esa maldita pesadilla. Me levanté sudando y agitada, pase mi mano por mi cara y estaba totalmente empapadas en mi llanto, la enfermera no estaba, así que por alguna razón deje salir todo un dolor en lágrimas, dolor el cual desconocía de dónde venía, ya que mi vida estaba muy estable.

De mis labios salían pequeños gritos y quejas, estaba llorando como nunca lo había hecho, de repente oí la puerta abrirse y tras las cortinas del pequeño cubículo improvisado de aquel cuarto, se poso una figura masculina, la cual pensé era de Jungkook pero al ser la tela de la cortina removida me di cuenta que no era así, se trataba del profesor.

— señorita sohye. - soltó suavemente.

THE OTHER SIDE - KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora