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Pasaron los días desde aquel "accidente" de Lee Min. Desde entonces la noticia corrió por todos lados, el nombre de Geum Jan di resonó en todo el país, las personas comenzaron a cuestionarse la seguridad e integridad mental de los alumnos de Academia Shinhwa, a tal punto que comenzaron las protestas contra la compañía de esta.

Quizá sea un momento difícil para ese séquito, sin embargo, tienen dinero de más para silenciar a todos...

Claro, Gu Jum-Pyo alguna vez fue mi amigo, pero... lo que está pasando, lo que causó... no es algo que fácilmente pueda olvidarse, menos para el involucrado y sus cercanos. 

¿Qué gana él creyéndose el rey? Caminando con ese molesto aire de superioridad, humillando a quien se le de la gana... ¿Qué se cree ese idiota? Aún peor, ¿Por qué Ji Hoo, Yi Jeong y Woo Bin no hacen nada para detenerle? Son sus amigos, él les respeta y comprendería tarde o temprano... al menos eso me gusta pensar...

Llegando a la academia, como de costumbre, se formó una gigante multitud de personas al ver entrar a los F4. Sin mirar a nadie, siguieron su camino, al menos así fue hasta que Jum Pyo se detuvo y dirijo su vista hacia un chico.

—¿Hay algún problema?—Preguntó temiendo lo que el gran Jum Pyo podría hacerle.

—Tienes tres segundos.—Dictó el de rizos.

—¿Eh? ¿Para qué?

Ignorando su pregunta, Jum Pyo comenzó a contar.

—Tres.

El chico lo miró, claramente intimidado. Los demás F4 miraban con atención la escena.

—Dos.

El heredero de Shinwa suspiró y lo tomó por la corbata.

—Woo Bin ah, ¿Te queda jugo?—Preguntó sin despegar su vista de la camisa del chico.

—Ah... sí, ¿quieres?—Respondió Woo Bin sin darle mucha importancia.

Woo Bin le extendió la botella de jugo y Jum Pyo la recibió. Acto seguido, volteó el jugo sobre la camisa del otro individuo.

Todos comenzaron a exclamar asombrados por lo que acababan de presenciar, mientras que yo sentía como me hervía la sangre.

Dirige mi vista a Jihoo, el cual sólo contemplaba la escena sin emoción alguna. Su fría mirada no se despegaba del espectáculo.

Sentí un pinchazo en el pecho, había visto en otras ocasiones este tipo de momentos y siempre trataba de negarme que aquel chico que ocupa mis pensamientos desde hace años, no es el mismo el cual permitía ese tipo de burlas horribles hacia los demás.

Jum Pyo dio media vuelta y siguió su rumbo sin prestarle atención a lo demás.

El muchacho, empapado de jugo, sostenía la botella en shock, los demás comenzaron a acercarse a él para consolarle y se lo llevaron. De a poco comenzaron a dispersarse.

Me decidí a ir y encarar Jum Pyo, harta de todo lo que estaba haciendo, hasta que unas voces a mis espaldas llamaron mi atención.

—¿Por qué nadie hizo nada? ¿Por qué se quedan... solo observando?

—Oh my god, ¿qué acabas de decir, niña?

Al escuchar la voz de Ginger me giré a ver qué sucedía.

No muy lejos se encontraban la susodicha, junto a sus dos amigas y frente a ellas había una chica a la cual no lograba ver bien.

—Y... ¿quiénes son?

—¿Nosotras?—Rió — Hola, no nos hemos presentado aún.nosotras somos... Ginger.—Agregó posando.

—Sunny.—Le siguió su compañera a su derecha.

—Miranda.

—Somos las más lindas de la preparatoria.— Prosiguió Ginger. No más tonterías. Escuché que llamabas a alguien "loco". Nome digas que tus palabras se dirigían a nuestros F4, indigente.

—F... F, ¿qué?—Repitió confundida. —No me digan que los que humillaron públicamente a ese chico son los infames F4.

—¿Infames? Niña, son famosos. Si no mantienes la boca cerrada, te meterás en problemas. — Advirtió Sunny, acercándo su mano a la chica y pasándola por el uniforme de esta. — Asique trabajas en una lavandería.

Sin dejarla proseguir, la joven agarró el brazo de Sunny.

—Pues no es lavandería, es tintorería. ¿Y eso qué?

—Es primera vez que veo a la hija de un tintorero. Es tan fascinante...—Se burló Miranda.

—Pues observarme, no te cobraré nada.

—Como es tu primer dia nos damos cuentas que no estás muy bien... informada, por lo que, lo pasaremos por alto.

—¿Qué?

—Por haber hablado mal de los F4.

—¿Cómo? ¿No puedo hacer eso? ¿Qué es lo que los hace tan grandiosos?

—Ay, mira, niña de tintorería. ¿De verdad no tienes idea de lo grandiosos que son los F4?

—Ninguna.

Decidí acercarme para detener de una vez la "discusión".

—Ya dejénla en paz. ¿No tienen algo mejor que hacer que molestar?

—¿Disculpa?—Ginger se hizo la ofendida.—La única molesta aquí eres tú. Bueno, tú y ahora está chica.

—Oh, miren, los F4 se están yendo, síganlos antes de que los pierdan de vista.—Dije sarcásticamente, ignorando lo dicho por ella.

Las tres se miraron.

—Chicas, vámonos.

Las otras dos asintieron y se fueron a paso apresurado.

—Trío de idiotas.—Suspiré, para luego girarme hacia la chica.

—Gracias.

—Oh, tú eres...

Me llevé la sorpresa de encontrarme a la joven que había salvado a Lee Min.

—Geum Jan Di... ¿no?

—Oh, sabes mi nombre.

—Claro, eres muy famosa. "La chica maravilla".

Jan di sonrió avergonzada.

—Soy T/N, nos vimos ese día que salvaste a Lee Min.

Los ojos de la pelinegra se iluminaron, con una sonrisa prosiguió.

—¡Ah, sí! ¡Es cierto! me ayudaste a subirlo, es bueno ver un rostro conocido.

—Sin dudas. Un gusto, Jan Di.—Extendí mi mano.

—Lo mismo digo, T/N. —Respondió estrechándola.

—Lamento que tuvieras que soportar a esas arpías, les encanta molestar.

—Así veo.

Jan Di miró hacia abajo, parecía pensar en algo.

—¿Sucede algo?

—¿Qué se creen esos tal F4 para tratar así a la gente?

Suspiré, dedicándole una sonrisa sin ganas.

—Lo mismo me pregunto...

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⏰ Última actualización: Jul 10, 2022 ⏰

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Only you (Ji hoo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora