El Espíritu Disaster

Capitulo 37: Mi hija

Niña: Buenos días papá -sonriendo

Shido: ¡Ahhh! -grito asustado

Shido retrocedió llegando a caerse de la cama

Niña: ¿Papá estás bien? -preocupada

Shido: ¿Q-Quien eres y porque me dices papá?

Rio: Soy Rio Sonogami la hija de papá -sonriendo

Shido: ¿S-Sonogami?

Rio: Así es papá

Shido: ¿A quien le dices papá?

Rio: Obvio que a ti papá

Shido: E-Espera yo no soy tu padre

En ese momento ella agacho la cabeza y hablo con un tono triste

Rio: Ya veo entonces mamá si lo hizo...

Shido: ¿Que sucede Rio?

Rio no hablo y solo se bajó de la cama para caminar en dirección a Shido y cuando se acerco lo siente a él lo toco de las mejillas

Shido: ¿Q-Que estás haciendo Rio?

Rio: Ayudando a papá

Su cuerpo empezó a liberar unas partículas de color rosa mientras estaba con los ojos cerrados

Aunque Shido no entendía lo que ella estaba haciendo igual la dejo seguir

Estuvieron así por un minuto hasta que la peli-violeta comenzó a tambalearse al punto de desmayarse encima de Shido

Shido: ¿Rio que te pasa?

Ella no dijo nada al estar durmiendo

De repente en la puerta se comenzaron a escuchar murmullos

Shido: Esto es malo

La puerta se abrió apareciendo María y Marina preguntándose qué era el escándalo de antes

Aunque se sorprendieron al ver a la pequeña niña durmiendo abrazando a Shido

María: No te vasta con Yoshino Natsumi Kotori y Mukuro ahora quieres una pequeña niña para aumentar tu harem de lolis

Marina: Lolicon pervertido

Shido: E-Esperen esto es un malentendido

María: ¿Que clase de malentendido

Shido: Yo apenas la conozco

Rio: ¿D-De que hablas papá? -bostezo- antes del reinicio hicimos muchas cosas juntas como divertirnos

María y Marina: P-Papá -dijeron incredulas

Rio: Creo que deberíamos decirles sobre el reinició

María: ¿Que reinicio?

En ese instante acerco sus manos tocando las mejillas de cada una para luego casi desmayarse

Shido: ¿Rio estás bien?

Rio: S-Si solo que esto es un poco agotada

María: Ya recuerdo

Marina: Yo también

María: Incluso la batalla contra D.E.M.

Rio: ¿Y a mi?

María: La verdad es que nisiquiera te conocemos