Placer mental (STEVENxMARC)

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Cuando Marc llegó a un acuerdo con Steven las cosas dentro de su mente se aclararon un poco. Eran personas muy distintas en el mismo cuerpo, por años, él estaba bajo la presión de saber que hacer, de ver a su contraparte ir de un lugar a otro viviendo una vida plena que él simplemente no podía tener, en cierta forma lo envidiaba un poco, él había terminado de arruinar lo que empezó con Layla y la sangre de decenas de personas corrían por sus manos, cada día que él despertaba siendo Marc las cosas volvían a su mente, él lo era Steven, las preocupaciones de uno eran llamar a su madre y alimentar a su pez mientras que el otro vagaba por la noche jugando a ser un justiciero, tomando elecciones por cuenta "propia" y siguiendo los susurros de Jonsu, pero por suerte todo había quedado atrás.

El lazo con Steven se hizo más intenso, ya no había discusiones sobre quién tenía el control, ahora ambos platicaban y se conocían más, había cosas que Steven sabía pero que Marc no y muchas otras que Steven desconocía y que él era todo un maestro.

En el sexo, por ejemplo.

Steven nunca tuvo suerte con las mujeres mientras que, por su lado, Marc había llegado a ser todo un semental, antes de conocer a Layla, teniendo misiones por todo el mundo había momentos donde usaba de sus dotes y, cuando Jonsu no estaba cerca, podía darse el lujo de disfrutar de los placeres de la vida, de dejar a un lado todas las atrocidades para apagar su mente, no ser ni Steven ni Marc, solo él, follando tan fuerte como podía. Pero ahora que conoció a Layla había dejado todo eso atrás, no había tenido contacto con ella a pesar de ser esposos, aunque algo había cambiado, Steven ahora formaba parte de esa extraña relación.

No sabía si se podía catalogar como pareja poli amorosa, después de todo era el mismo cuerpo, pero a pesar de eso se sentía...diferente, era extraño, bastante, peor al final eso es lo que había, Layla quería pasar tiempo con ambos y por eso llegaron a aquella situación.

Básicamente Steven le había pedido que le enseñara lo que sabía acerca del sexo. Fue en uno de sus sueños cuando hizo la extraña pregunta, al parecer quería tener algunas experiencias con Layla y lo sabía, era una mujer divina, ambos la amaban así que lo entendía, pero...¿Como se supone que le enseñaría? Fácil, con su propio cuerpo.

Steven no sabía nada, Marc lo sabía todo, se conocía a sí mismo lo suficiente como para saber cómo experimentar el mero placer, por eso, ambos estaban ahí, recostados, besándose suavemente.

Lo primero que le enseñó fue eso, besar Steven era tonto al hacerlo pero se notaba el esfuerzo que ponía, Marc, por su lado, acarició sus mejillas bajando a su nuca apretando esta, sabiendo cuanto le encantaba.

—Tienes que relajarte, ni siquiera tendrás una ereccion si piensas en todo —

—Intentó hacerlo, no es fácil —

—No lo es — Susurró, bajando a su cuello dando una mordida Justo en su manzana, succionando, escuchando el glorioso gemido que Steven había dado — Pero estás conmigo, todo está bien —

Volvió entonces a subir a sus labios para darle más fortaleza, sus manos acariciaban de un lado a otro, sabía que sus pezones eran sensibles, por eso se encargó de pellizcarlos y rasguñar hasta que estuvieron duros solo para bajar chupar de ellos, dejándolos tan rojos y húmedos que le pareció incluso algo apetecible.

No supo cuándo había comenzado a divertirse, quizá fue cuando desnudó a su contraparte y lo dejó tan avergonzado que se sonrojó por completo, tal vez fue en el momento en que sus dedos entraron en él, preparándolo y escuchándolo sollozar por la mezcla de dolor y placer al ser la primera vez o cuando por fin estuvo dentro de él, embistiendo una y otra vez hasta que la cama rechinaba y sus cuerpos se llenaban de sudor, el placer era increíblemente intenso, sentía a Steven gustarle y Steven lo sentía a él, ambos se estaban entregando por completo y uniéndose más que nunca, estando más juntos de lo que habían estado su vida, llegando al éxtasis bajo los morbosos ojos de Jonsu, viéndolos pecar a la vez que no, porque ambos, ambos eran un mismo.
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Steven y Marc eran unidos, ahora más que nunca. Después de la boda con Layla vivieron muchas aventuras juntos, yendo de un lado a otro y viviendo felices como siempre lo habían deseado, tenían una vida plena y completa pero, el momento en el que más se sentían unidos, eran aquellos donde, durmiendo, ambos se escapaban a su pequeño palacio mental, uniéndose el uno al otro en cuerpo y alma, tocando las estrellas y al final siendo uno mismo.

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Hey! Otra vez yo por aquí para volver a darles el anuncio: estoy preparando un nuevo libro de ships pocos comunes! Así que si tienen algún ship frustrado o con poco material pueden mandarme mensaje, hablarme un poco de él y veremos si puedo hacer algo, por lo pronto, vendrán nuevas obras en mi perfil así que pueden darse una vuelta, quizá les guste algo ;)

Sin más que decir, ¡Nos leemos luego!